4- Racista

Julio era un sujeto bastante peculiar, por decir menos. Era un hombre de 25 años, hijo de una millonaria familia. Era pelirrojo, de tez blanca, bastante alto y con un cuerpo atlético, es suma era un hombre bastante atractivo. Como es común en este tipo de afortunados herederos, Julio no conocía que era ganarse algo por esfuerzo propio, pues cada capricho que quería sus papis se lo compraban. Esto le hacía sentirse superior a los demás, en consecuencia, creía que podía tratar a las demás personas como se la daba la gana sin que esto trajera repercusiones negativas para él. Humillaba constantemente a sus empleados, insultándolos y dándoles más trabajo a propósito, estos no podían quejarse porque sabían que serían despedidos si osaban a hablar algo malo de joven Julio. Este trato no se limitaba a su servidumbre, sino también a cualquier persona que lo atendía en cualquier establecimiento. Los trabajadores obviamente se quejaban con sus respectivos jefes, pero estos no podían hacer nada, debido a que Julio daba muchos ingresos a estos negocios y meterse con él sería meterse con su padre, quien no dudaría en llevar a la quiebra al lugar. Entonces, Julio era prácticamente alguien intocable. No obstante, este sentimiento de superioridad y estos tratos humillantes y de desprecio por parte de Julio, se presentaban con mayor intensidad y dureza contra la gente de color. Exactamente, Julio era una persona racista. Esto era de familia, pues sus padres siempre le inculcaron que la gente con un color de piel oscuro era inferior y además portadora de costumbres despreciables. Era tan predominante esta ideología en la familia que se prohibía el acceso a personas de color a la elegante casa. Ni siquiera estaban dispuestos a contratar a estas personas como personal de servicio pues consideraban que les podrían robar o que les dejarían oliendo mal la casa.

Otro detalle muy particular de Julio era su fascinación por las mujeres, pero esta no era porque le encantaba el sexo con ellas, sino, porque él quería ser una. Desde muy joven se sintió muy atraído por el mundo femenino, siempre quería probarse los elegantes vestidos de su madre o la sensual ropa de su hermana, maquillarse como ellas, ser la fuente de atención de los hombres y todo lo que esto implica. No obstante, Julio mantenía este deseo para sí mismo, esto es debido a que su familia era muy conservadora, si Julio decía que quería ser una mujer lo más probable era que lo deshereden y lo echen de su casa. Por ello, Julio solo se limitaba a imitar comportamientos femeninos cuando estaba solo. Compraba ropa de mujeres, con la excusa de que era para una novia, y se la probaba cuando estaba solo, sin embargo, esto no lo satisfacía pues su cuerpo no encajaba en absoluto con esas hermosas prendas femeninas.  A pesar de ser de que no era una persona supersticiosa, Julio siempre buscaba por internet algún método que logre transformar su cuerpo en el de una bella mujer. Pasó años buscando e investigando en libros, pero no encontraba nada, a pesar de ello, nuestro protagonista no perdía la esperanza, estaría dispuesto a pagar lo que era necesario para poder cumplir su deseo. Así encontró un foro donde muchas personas compartían su fantasía , allí había múltiples historias de cambios de sexo, algunos eran por procedimientos médicos, otros decían que era a artefactos mágicos o parecidos, siendo estos últimos pocos creíbles,  aun así, Julio disfrutaba de leerlas pues se imaginaba que algo similar le pase a él. 

En dicho foro, cierto día, alguien publicó algo que le llamó sumamente la atención. El escritor, que era una persona anónima, mencionaba que, en su trabajo, lograron convertir a tres jóvenes en tres hermosas señoritas gracias a una píldora especial. En un principio Julio creyó que era otra historia más, no obstante el sujeto adjuntaba fotos del antes y después de las tres jóvenes, siendo increíble el parecido físico, por lo que si fuera un montaje, estaría bien hecho. Otro detalle que daba veracidad a la historia era que el sujeto contaba el lugar donde pudo conseguir las dichosas píldoras, además del precio de las mismas. Para conveniencia de Julio el lugar quedaba en su cuidad y el precio mencionado era elevado, pero para él no era más que una propina. Sin embargo, esto podía tratarse de una trampa para incautos, así que Julio fue al lugar acompañado de dos guardias de seguridad, obviamente no les dijo qué es lo que compraría y les pagó más para que no contasen a sus padres, los guardias solo pensaron que el joven compraría drogas para divertirse. Llegaron al lugar, era una casa aparentemente común, el joven tocó la puerta con algo de desconfianza pues el lugar no parecía ser uno que vendiera tal píldora. Un hombre grande, con pintas de matón, que parecía cuidar el hogar abrió la puerta, dijo que solo podía pasar el comprador. Julio ordenó a sus guardias que esperasen y que se demoraba más de la cuenta fueran por él. Entró y la casa ordinaria era solo una fachada pues por dentro parecía esos típicos locales clandestinos que se muestran en las películas. El enorme hombre llevó a Julio a la oficina del jefe del lugar, irónicamente para Julio, el tipo del que dependía su más grande deseo, era un negro.

Julio por instinto hizo una cara de repulsión al verlo, pero sabía que debía fingir un buen trato si quería conseguir las píldoras, además el matón estaba armado y cualquier acción imprudente le podría costar la vida.

Jefe: Y dime, ¿a qué has venido a mi humilde negocio?

Julio: Me informaron que aquí puedo conseguir píldoras que cambian el sexo de la persona

Jefe: Claro, es uno de los más recientes descubrimientos de mi químico, estas son capaces de alterar el sexo de la persona.

Julio: ¿el cambio es permanente?

Jefe: sí, a menos que tomes otra píldora que te devolverá a tu sexo original.

Julio: ¿Cómo sé que no es un timo?

Jefe: todos siempre preguntan lo mismo.

El jefe hace una seña y un trabajador de acerca al escritorio, esta toma una píldora y Julio presencia en vivo como este se transforma en una sensual mujer a los minutos.

Jefe: Espero que eso sea suficiente - dijo mientras el trabajador tomaba nuevamente la píldora- 

Julio estaba impresionado su corazón empezó a latir fuertemente pues estaba a nada de cumplir de su sueño de ser una mujer.

Jefe: Bueno, serían 30 000 dólares por píldora, él uso que usted haga con ella no es responsabilidad nuestra, no nos haremos responsables de los afectos indirectos que el uso de esta pastilla pueda tener. Creo que está demás decir que este negocio no debe ser informado a la policía- dijo sacando un arma- de lo contrario las consecuencias pueden resultar fatídicas.

Terminado de darle las advertencias el jefe, como tenía de costumbre con todos sus clientes, estira su mano para estrecharla con su cliente, simbolizando así el cierre del trato. Julio involuntariamente, guiado por sus ideas racistas, grita: ¡ni creas que tocaré las manos de un negro!. Julio se dio cuenta que acababa de arruinar todo, el matón estaba apuntando su arma, pero para su sorpresa el jefe lo detuvo.

Jefe: no hay problema, solo es un formalismo no es necesario, muy bien serían 30 000 dólares.

Julio pagó la cantidad y se retiró con la píldora, su corazón se sentía a mil por hora, casi no consigue las píldoras o peor pudo haber muerto. El joven no aprendiendo la lección pensaba: “seguro ese negro conocía su lugar, no podía darle la mano a un sujeto como yo”. Julio había planeado todo para su nueva vida, había depositado un gran suma de dinero en una nueva cuenta bancaria, el suficiente como para vivir cómodamente como una mujer y comprarse toda la ropa que quería. Diría a sus padres que iría de campamento y ahí fingiría su muerte en un accidente para luego tomar la píldora e iniciar su nueva vida. Sabía que esto implicaría perder a toda su familia y amigos, pero comparado a su felicidad esto no le importaba. Su plan resultó como esperaba, chocó su auto a propósito y luego fue a un hotel. Temblaba de la emoción estaba a solo meter la píldora en su boca para cumplir su más grande fantasía, entonces sin pensarlo más lo hizo. A los minutos, sus músculos le empezaron a arder y sus huesos se encogían y se tiró en su cama para soportar el dolor. Julio vio como sus pezones se hacían más grandes, y sus pectorales se hacían blandos y se transformaban en senos femeninos, sus caderas de anchaban y su cintura cada vez era más pequeña, así mismo, sentía como su pene se encogía hasta formar una vulva, este cambio le provocó un gran placer haciendo que suelte sus primeros gemidos femeninos. Cuando estaban a punto de acabar su transformación vio cómo su cabello crecía, sin embargo, este no era rojo como el esperaba sino negro y ondulado. No vio tanto problema en ello hasta que vio cómo su piel se oscurecía, nunca le mencionaron este efecto, corrió al espejo y vio como ahora era una mujer negra. Gritó con su nueva voz femenina pues se transformó en lo que tanto despreciaba.


Julio sintió completa repulsión al verse al espejo, a pesar de ser ahora una mujer hermosa el odiaba tener la piel negra. Tal y como le habían dicho, el pensaba que las pildoras transformaban la apariencia del usuario como si hubiese nacido del sexo contario, por ello Julio esperaba ser una hermosa pelirroja y no una, para él, asquerosa mujer negra. Esto había arruinado sus planes pues no estaba conforme en lo que se había convertido, así que pensó que lo estafaron y decidió ir a reclamar. Algo positivo que pudo encontrar en este situación era que por fin podía colocarse la ropa que siempre puso. Disfrutó ver como sus nuevas tetas por fin llenaban el sosten que tenía puesto, y ver como la tanga que traía marcaba su ahora plana entrepierna y resaltaba su gran trasero. No obstante al colocarse el short vaquero vio sus nuevas y torneadas piernas morenas, lo que malogró su experiencia. Salió de la habitación que había alquilado con mucha prisa, llegó a la calle y espero a que un taxi pasara. Mientras esperaba sentía todas las miradas de los hombres, en especial en su nuevo culo, esto era completamente diferente a lo que esperaba, ahora no le gustaba ser el centro de atención. Por fin llegó un taxi y lo llevó a la dirección de la casa en donde compró la píldora. Nuevamente el matón abrió la puerta, pero ahora Julio notaba como este lo miraba con deseo, lo que le hacía sentirse mucho más inseguro y frágil. El hombre acompaño a la nueva señorita donde su jefe y de paso aprovechaba para ver su carnoso trasero. El jefe se encontraba en el escritorio ordenando su dinero, cuando vio a la hermosa morena y sonrió. 

Jefe: se le ofrece algo señorita

Julio: ¡maldito¡, me diste una píldora fallada, como siempre los negros no pueden hacer ni una cosa bien. Ahora dame otra píldora o juro que te denunciaré y tu negocio caerá. 

El jefe hace una señal y el matón logra someter fácilmente a la mujer, poniéndola contra el escritorio, haciendo sentir mucho dolor a Julio, quien desesperadamente trataba de librarse, pero su nueva fuerza lo impedía.

Jefe: Es cierto, te di una píldora distinta a las comunes para poder darte una lección, ahora el mundo goza de una persona racista menos, así que creo que hice lo correcto. Por otro lado, dije que habría consecuencias si amenazabas en hablar con las autoridades. Sin embargo eres muy hermosa como para ponerte en una fosa. 

El jefe hace una seña y sale de la oficina. El matón rompe toda la ropa de Julio dejándolo desnudo o mejor dicho desnuda. Luego baja su pantalón y coge su enorme pene para luego introducirlo en la virgen vagina de Julio. La mujer grita del dolor, esperaba experimentar el sexo como mujer pero no siendo violada. Por más gritos y llantos que Julio daba el matón no se detuvo hasta correrse, dejando a la morena tirada en el escritorio, desnuda, temblando, adolorida y cubierta de semen. El matón se retira de la oficina dando el pase nuevamente a su jefe, este ve a Julio tirado llorando en el piso y sonríe.

-Desde este momento eres Julia, serás la puta de mis trabajadores y les darás placer cada vez que ellos quieran, si presentas quejas o tratas de huir, ten por seguro que te encontraré y esta vez te mataré. 

Desde ese día Julia es follada diariamente por los hombres de la pandilla, tenía tanto miedo que en ningún momento trato de resistirse o huir. El jefe tampoco fue tan cruel con la pobre joven, le daba buena comida, al menos lo suficiente para que pudiese mantener su figura. Así mismo, le dio una habitación propia donde ella podía descansar además de guardar las reveladoras prendas que era obligada a usar. Todas las noches Julio se lamentaba y lloraba, recordando su vieja vida llena de lujos y de lo que pudo ser si es que no hubiese rechazado el apretón de manos de ese hombre. Así, mismo se tuvo que acostumbrar a su nuevo color piel, descubriendo que todas las ideas que el tenía de estas personas eran erróneas, no obstante se dio cuenta de esto muy tarde. Un año había pasado desde que Julia había tomado la píldora, su familia a pesar de no encontrar su cuerpo ya lo había dado por muerto, cancelando todas sus cuentas. Mientras tanto, Julio se acostumbró a su nueva vida, en parte era lo que siempre quiso pues ahora podía maquillarse, y ponerse la ropa sexy que siempre puso, dejando expresar toda su feminidad. En cuanto a su trabajo Julia se encargaba de cocinar, lavar la ropa y limpiar el lugar, como jamás se imagino terminar en esta situación, pero ahora lo consideraba como una forma de pagar toda la ropa y lujos que le daban por ser la única mujer del grupo. Así mismo, Julia se había acostumbrado a ser la putita del grupo, los primeros meses no dejaba de llorar y suplicar que paren mientras la penetraban, ahora, ella gime como toda mujer pidiendo que la penetren más fuerte, pues disfruta de esto. A las finales, Julia considera que su vida no está tan mal, tiene todo el sexo que una mujer puede pedir, se hizo amiga de aquellos matones quienes la protegían como a una reina, el jefe, quien nunca la tocó ni tuvo sexo con ella, la empezó a ver como una hija y trataba de engreírla comprándole varias cosas y aunque no tenga el color de piel que esperaba, Julia es la mujer que siempre deseó. Aquí la tenemos recogiendo la ropa de la gente de su grupo mientras aprovecha en exhibir sus grandes atributos. 


No sean racistas, amigos uwu 

Esta historia se basa en la petición hecha por Karina, en lo personal tengo mucho que agradecerle pues gracias a ella es que conocí este mundo, así mismo es una de mis escritoras de estos temas favoritos, escribir una historia para ella es una honor para mí. Espero que a todos y en especial a ella les haya gustado leerla. 

Así mismo recuerden que si tiene alguna idea para una próxima historia o alguna petición, no duden en ponerla en los comentarios, yo trataré de hacerlas lo más pronto posible.

-Val Ro

Comentarios

  1. Realmente me encantó, de verdad tienes mucho talento para escribir historias, por favor continualas porque en verdad es un gran trabajo, te deseo lo mejor en tu blog, me alegra que tengamos a otra gran escritora para el body swap

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    1. Ollé por cierto, Cres que podamos hacernos otra petición mutua, de verdad me gustaría leer otra de tus historias

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    2. Muchas gracias Jessica, claro ya estoy armando la historia que me pediste la otra vez, cuando la publique te dejaré mi petición uwu.

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    3. Muchas gracias, eres La mejor ❤️

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  2. Holita, solo quería darte las gracias por dedicar la historia que te pedí, me gustó mucho y me excitó bastante uwu, espero logres escribir más relatos como estos y seas continúa para leerte más uwu

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    1. Me alegra que haya logrado el efecto que quería uwu, muchas gracias

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    2. Si quieres puedes pedirme algo si gustas uwu

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