6- Venganza

Mi nombre es, o bueno era, Raúl , ahora me llamo Camila y esta es mi historia.

Verán, soy el único hijo de Felipe Miroquesada, uno de los empresarios más exitosos del país, por lo que, algún día, yo heredaría todo su imperio. Pero al contrario de lo que ustedes pueden pensar, yo no soy un tipo mimado que solo espera recibir la fortuna de papi, de hecho, me considero alguien bastante trabajador y he dado todo de mí para ayudar a mi padre a seguir expandiendo la empresa. Otro detalle importante que deben saber es que tristemente mi madre falleció, mi nacimiento fue complicado y ella pidió que me salvarán a mí en lugar de a ella. Mi padre quedo desbastado tras su muerte, pero fuera de considerarme como culpable de esta y odiarme, él mi crio con bastante amor, pues decía que era el único recuerdo que podía tener de la mujer de su vida.

Yo ya tenía 25 años, terminé la universidad hace dos y ahora era subgerente de la empresa de mi padre, era alguien bastante respetado y querido por mis trabajadores, tenía una novia bastante hermosa y sensual, la empresa seguía creciendo más y más, para no hacerlo largo, todo iba de maravilla, hasta que ella llegó. Desde la muerte de mi madre, mi padre jamás había salido con otra mujer, por ello me sorprendí cuando trajo a Dayane a la casa. Era una mujer madura, pero se mantenía bastante bien, era muy hermosa, un cabello rubio muy bien cuidado y una figura que cualquier mujer incluso más joven envidiaría. No me hice problema cuando mi papá me dijo que estaba saliendo con ella, él estaba en todo derecho de rehacer su vida y yo estaba bien mientras él sea feliz.

No obstante, Dayane demostró ser una completa víbora. Cuando estaba con mi padre se comportaba como un ángel, pero cuando estábamos a solas era bastante maleducada conmigo e incluso me miraba con desprecio. Pasó el tiempo y ambos se casaron y obviamente Dayane se mudó a nuestra mansión. Lo que sí fue una sorpresa fue que ella trajera a sus dos hijos, tenían mi edad aproximadamente y tenían el mismo comportamiento de su madre, además ellos si eran los típicos parásitos que esperaban a tener todo fácil. Quería decirle a mi padre que esa mujer no le convenía, pero sabía que me ganaría conflictos con él y prefería evitarlo. Como era de esperarse, yo ya no era el único heredero de la fortuna de mi padre, ahora había agregado a Dayane también. No me enojé por ello, después de todo aún tenía mi parte y tendría más con mi propio esfuerzo. Pero Dayane no pensaba igual, ella quería todo para sí misma.

Fui muy inocente y la subestimé, si hubiera hecho algo antes nada de lo que les voy a contar habría pasado y mi vida seguiría como siempre. Un día me encontraba manejando mi auto, camino a casa  después de un día de trabajo. Era tarde así que la autopista, que pasaba junto a un río, estaba desierta, lo cual era mejor para mí, podía ir más rápido. Hablaba con mi novia mientras manejaba, planeábamos ya mudarnos juntos, hasta que de la nada una enorme camioneta negra chocó contra mí. Esto me dejó bastante herido, salí de mi vehículo con mucha dificultad y cubierto de mi propia sangre. Unos hombres bajaron de la camioneta, la cual no tenía mucho daño pues estaba blindada. Pensé que me ayudarían, pero en su lugar me patearon y escupieron, aumentando mis heridas. Uno de ellos se sacó la mascara que llevaban dejando ver que era uno de sus hijos. sacó una pistola y apuntándome dijo –Dayane te envía saludos- luego de esa frase me disparó en el estómago. Sentí como el resto de hombres me cargaba para luego aventar mi cuerpo moribundo al río. Era mi fin, en mis últimos momentos de conciencia maldecía a la perra de Dayane, hasta que todo se puso negro.

No sé cuánto tiempo pasó, sentía que había estado dormido por mucho tiempo. Mi cabeza me dolía, múltiples veces logré abrir mis ojos, pero al rato los cerraba y seguía durmiendo. Hasta que por fin pudo despertar por completo. Ya consiente, vi que estaba en una habitación desconocida, no parecía un cuarto de hospital, en un primer momento pensé que me había logrado salvar y ahora estaba en un hotel. Pero donde estaba no era importante comparado con lo que sigue, bajé la mirada con la intención de ver como estaba la herida de bala, pero lo primero que vi fueron dos enormes senos que estaban en mi cuerpo. –¡Qué mierda¡- dije como reacción, pero para incrementar mi sorpresa una voz dulce y femenina salió de mi boca. Mi mirada de dirigió a mis manos, las cuales ahora eran más pequeñas, sin ningún bello, con los dedos delgados en síntesis eran manos femeninas. Con miedo llevé mis manos a mi rostro, ya no podía sentir mi barba, solo toqué una cara con fracciones más finas con una piel mucho más suave. Posteriormente sentí mi cabello el cual ahora era más claro y muchísimo más largo. Sumando todas estas características que ahora tenía mi cuerpo era evidente lo que había pasado, pero negaba a creerlo. Quite las sabanas que aún me cubrían, dejando ver por completo mi nueva figura la cual solo estaba vestida con un sostén de encaje color coral y una tanga con las mismas características.

Traté de ponerme de pie con la intención de buscar a alguien que me dé una explicación de por qué ahora mi cuerpo era el de una mujer. Al hacerlo mi cuerpo casi se va para el frente, pues mis ahora senos brindaban un peso extra al que no estaba acostumbrado. Pude controlarlo, y empecé a caminar torpemente, era una sensación completamente distinta, era común para mí caminar sintiendo como mi aparado colgaba entre mis piernas, pero ahora ya no había nada ahí. Logré ver una camisa colgada en una silla, decidí ponérmela porque con el sostén y la tanga me sentía desnudo y la camisa podría disminuir la sensación. 

Llegué a la puerta de la habitación y la abrí, había un pasadizo el cual terminaba dando paso a unas escaleras. Estaba bajando las escaleras hasta que escuche unas pisadas de tacón caminar por el primer piso. Seguí el sonido de los tacones hasta una cocina y ahí vi a una señora, era bajita, ya se notaba que tenía varios años encima, y se encontraba cocinando. Ella me vio y se se sorprendió, dejando caer el cucharón que tenía en la mano.

Desconocida: Oh por fin has despertado, me alegro mucho – dijo con un tono muy emocionado y amable

Yo: ¿Qué me hizo? ¿Por qué soy una mujer ahora? – dije exaltado

Ella me dijo que me calmará ella me explicaría todo, me ofreció un vaso con agua y me condujo hacía la sala de la casa, me invitó a sentarme en su sofá y ella se sentó a mí costado.

Desconocida: Me gusta caminar por las orillas del río, es bastante relajante. Me encontraba dando mi paseo diario cuando te vi, al parecer el río llevó tu cuerpo hasta esa orilla. Estabas en muy mal estado, pensé que ya estabas muerto, pero cuando me acerqué tu corazón aún latía. 

Hasta ahora la historia que contaba la señora era bastante creíble, realmente tuve suerte de que me encontrará, pero eso aún no explica el porqué soy una mujer. Ella continuo. 

Desconocida: Esto sonará poco creíble, pero siempre estuve interesaba en la magia y sé pequeños trucos, lastimosamente no conocía un hechizo que curé tus heridas pero sí uno que quizá podía salvarte y lo hizo, consiste en la trasmutación del sexo, modifiqué tu cuerpo a una versión femenina de ti y la transformación curó tus heridas. Con mucho esfuerzo pude llevarte a mi casa, que no estaba muy lejos, te dejé en una habitación que tenía vacía. Como es imposible que mi ropa quepa en tu cuerpo, salí a comprar ropa para cubrir tus partes intimas y te cubrí con sabanas esperando a que mejores. 

Al escuchar tremenda locura pensé que la señora estaba jugando conmigo, yo pensaba que me había sometido a un tratamiento de cambio de sexo o algo parecido. No obstante, al ver mi cuerpo no hay marcas de ninguna operación ni siquiera quedan cicatrices de las heridas que tenía, lo cuál no tenía una explicación lógica. Además para que una operación de cambio de sexo es costosa y esta señora no tenía pinta de tener mucho dinero. No tuve más opción que creerle. Le pregunté sí podía volverme a la normalidad.

Desconocida: Todo hechizo es irreversible, así que no hay vuelta atrás una vez usado el hechizo de trasmutación de sexo, lo siento. Créeme que lo hice por que no había otra opción, estabas a punto de morir, lo siento-  dijo arrepentida. 

A pesar de que estaba furioso porque ahora era una mujer, no podía reclamarle a la señora, después de todo ella me salvó la vida y cuido de mí desinteresadamente. Me limite a agradecerle y no pude evitar llorar al saber que había perdido mi vida para siempre. Ella me consoló y dijo que podía quedarme en su casa hasta que supiera qué hacer, acepté apenado. Me dijo que su nombre era Agnes y que me apoyaría en todo lo que sea necesario. Agnes se fue seguir cocinando mientras yo volví a la habitación. Me eché en la cama pensando que hacer, entonces recordé lo que dijo el matón "Dayane te envía saludos", esa perra era la responsable de todo y juré que la haría pagar. En eso contemplé mi nuevo cuerpo, viendo mis largas y torneadas piernas, y con ello se me ocurrió la perfecta venganza y ser mujer me ayudaría. 

Conocía como era mi padre, a pesar de ser inteligente era bastante desordenado y desorganizado, por lo que sin mí, necesitaría un asistente o una mejor dicho. Además era hombre y como todo hombre es débil a una bella mujer como lo soy ahora, por más que repudie esta idea, me metería con mi padre para poder quitarle toda la herencia a Agnes y sus hijos, los dejaré sin ningún centavo. Pero para ello debía aprender a ser una mujer, además que necesitaba nuevos papeles para que me contraten. Así que tenía que preparar todos esos detalles para que todo salga a la perfección. Durante los dos siguiente meses aprendí mucha cosas del mundo femenino, a asearme correctamente, referirme a mí como mujer en público, maquillarme, sobrellevar el periodo, andar en tacones, usar ropa femenina, etc. En esto Agnes me ayudó mucho, parecía una niña a la cual su madre tenía que enseñarle todas esas cosas. Nos volvimos muy cercanos o cercanas, incluso la llegue a ver como la madre que nunca pude tener, cogiéndole bastante cariño. En ese mismo lapso logré conseguir unos nuevos papeles de identidad y unos títulos falsos de estudios. Así que en esos dos meses logre adecuarme a mi cuerpo y pasar como una mujer naturalmente. 

Para suerte mía mi padre aún buscaba un asistente, así que me preparé para la entrevista. Me puse un atuendo formal, pero con un toque sensual, pues esta era mi mayor arma por el momento. Estaba nervioso pues vería a mi padre nuevamente pero el no me reconocería, lo cual también me ponía algo triste. 


Llegué a le empresa y solté una sonrisa, estaba de vuelta, pero ya no como gerente sino como una aspirante a asistente. Al dirigirme a la sala de espera, pude notar como mis antiguos empleados miraban mi trasero con deseo, traté de ignorarlo y llegue a la sala donde varias chicas como yo, también esperaban. Eran muchas, pero estaba seguro que sería yo el que sea contratado, me senté cruzando mis piernas hasta que sea mi turno. Era la siguiente en entrar a la oficina, mis nervios aumentaban mientras caminaba con mis tacones hacía la puerta. Entré a la oficina y vi a mi padre, solté una sonrisa al verlo nuevamente, una parte de mí quería correr abrazarlo y decirle "papá soy yo" pero lo más seguro es que me tomaría de loca y me echarían del edificio, así que debía mentalizarme que yo ahora era una desconocida para él. Al sentarme frente a él note como su mirada iba de ratos dirigida a mi escote, a pesar de ser incomodo, esto era bueno pues mis encantos cumplían su propósito. Conocía las entrevistas de mi padre, eran preguntas para conocer que harías en determinadas situaciones y sabía como él quería a sus trabajadores así que respondí todas muy seguro. Terminó la entrevista y para retirarme caminé moviendo mis caderas para que mi culo capte su atención, y lo hizo, noté como su mirada estaba puesta en mi derrier, lo cual hizo que soltará una sonrisa. 

Como lo esperaba esa misma tarde me llamaron diciéndome que había obtenido el puesto y que empezaba mañana. Agnes, no sabía nada de mi plan, ella pensaba que solo estaba rehaciendo mi vida y yo no quería decepcionarla, por ello no se lo diría. Ambas celebramos mi nuevo trabajo tomando unas copas y por el alcohol ella me dijo que yo era la hija que nunca tuvo, lo cual me hizo llorar de la ternura, pues también le veía como una mamá. La primera fase del plan estaba lista, empecé a trabajar con mi padre siendo muy eficiente puesto que conocía lo que él que quería y conocía como manejar la empresa. No era muy directa con mis insinuaciones porque no quería que sea tan evidente, pero siempre aprovechaba para mostrar un poco de mi figura a mi padre. Pasaron los meses, me convertí en la nueva mano derecha de mi padre o de Felip como él me pedía que me refiriera. Obviamente tuve un aumento de suelto, con el que pude ayudar a Agnes en la casa y, por más que al principio lo vi como necesario para mi plan, ahora disfrutaba comprar varios conjuntos de ropa, supongo que son detalles que vienen con el cuerpo. 

La relación con mi padre pasó de jefe empleada a amigos, él comenzaba a contarme cosas de su vida, como los problemas y discusiones que tenía con Dayane, lo cual me llenaba de alegría. Cierto día me invitó a comer a su casa o mi casa antiguamente. Era la primera vez después de ya un año que pisaría mi hogar y que vería a la perra de Dayane y sus hijos nuevamente. Me puse un sensual vestido rojo, que exhibía mi sensual figura, con la intención de intimidar a Dayane, ya que una mujer mucho más joven y sensual ahora amenazaba su lugar. 


Cuando nos volvimos a ver noté su mirada de envidia hacia a mí, la cual ocultaba con una sonrisa fingida, como siempre lo hacía cuando mi padre estaba presente. Igualmente tampoco pase desapercibida con sus hijos quienes no despegaban su mirada de mi trasero o de mi escote, para divertirme, les coqueteaba un poco para ilusionarlos y los pobres diablos quedaban embobados. La cena fue bastante bien para mí, la incomodidad de Dayane se notaba, pero ni yo ni Felip le hicimos caso pues estábamos divirtiéndonos conversando y riendo. Al acabar el me acompañó a tomar un taxi, al despedirnos el como siempre quiso darme un beso en la mejilla pero me voltee, a propósito, y nos dimos un rápido beso en la boca. No sé que como describir este momento, acababa de besar a mi propio padre y a una parte de mi le gustó la sensación. 

El tiempo siguió pasando, no sé por qué pero deje de ver a mi padre como eso, mi padre, quizá para quitarme el remordimiento de coquetearla a mi propio progenitor. Ahora lo veía como un hombre. Se me es raro decirlo, pero el tiempo que pasé junto a él y lo bien que congeniábamos hizo que empezara a sentir verdaderamente atraída hacia él. Tuvimos que hacer un viaje de negocios, solo los dos, el por ser el jefe y yo por ser la mano derecha. Nos hospedamos en un hotel muy lujoso, él me dijo que aparte del trabajo también me diera una oportunidad para divertirme y relajarme. Y así lo hicimos, fuimos al bar del hotel, conversamos y reímos. Luego lo convencí de que fuéramos a la piscina para así lucirle mi cuerpo en bikini. 

Sabía que después de esto, Dayane tenía la batalla perdida. En la piscina Felip toca "accidentalmente" parte de mi  cuerpo y yo me dejaba, dándole a entender que a mí también me gustaba. Era evidente lo que seguiría después de esto. Esa noche, él tocó la puerta de mi habitación, tal y como lo esperaba, entró con la excusa de conversar un rato. Estuvimos en el sofá hablando y riendo como siempre, hasta que él me dijo que era una mujer increíble, era hermosa y era súper inteligente y hábil con los negocios y que a su hijo, refiriéndose a mí, le hubiera encantado conocerme. Esas palabras me parecieron super bonitas y no pude evitarlo y me subí en él y lo besé. Él respondió igual, llevando sus manos a mis nalgas y apretándolas con fuerza. Estaba a punto de tener sexo con mi padre y moría por hacerlo, el tomó el control, y me hecho contra en el sofa toscamente, esto me gustaba y me excitaba aún más. Quitó toda mi ropa dejándome desnuda hacía él y pasó su boca por cada parte de mi cuerpo. Ya no era mi padre era mi hombre quien empezó a penetrarme y hacerme gemir como toda una perra. 


Luego del sexo quede echada desnuda sobre él, a pesar de que mi mente seguía en las nubes por la experiencia aún tenía mi plan en mente. Me hice la chica buena y le dije que lo que hicimos está mal, el estaba casado y yo no era de esas mujeres que separaban a las familias. Como quería él respondió que se había enamorado de mí desde hace tiempo y que dejo de amar a Dayane a la que pronto pediría el divorcio. Al escuchar eso me recosté sobre su pecho, mientras él aún manoseaba mis nalgas, sonreí porque mi plan había funcionado a la perfección. Decidimos quedarnos más días en el hotel, poniendo de excusa al trabajo, y aprovechamos esos días en tener sexo salvaje. Volvimos a nuestra ciudad y pedí hablar yo con Dayane primero, de mujer a mujer. Él nos reunió y nos dejó solas, yo tenía una sonrisa de oreja a oreja, viendo la cara de confusión de la perra de Dayane. Le dije todo lo que había hecho con Felipe, mi nuevo novio, y ver su cara de ira fue espectacular. Pero la mejor parte fue decirle que yo era Raúl, verificándolo diciendo lo que me habían echo sus matones y sus hijos. No pudo haber mejor momento, la perra se puso histérica, incluso tratando de golpearme, pero mi nuevo novio la detuvo y la echó de la casa, al igual que a sus hijos parásitos. Ella trató de contarles a todos de que yo  era Raúl pero todos la tomaron de loca. En cuanto sus hijos, también tenía algo planeado para ellos. Los había contactado diciendo que estaba muy caliente y que quería sexo, los dos idiotas llegaron justo al punto que les dije, ahí había contratado a unos hombres para que los sujetasen. Pero no los mataría, no, le dije a Agnes o a mamá como ya le decía, que ellos eran los que me habían tirado al río y le dije que los convirtiera en mujeres también. Para suerte mía pero no de ellos, mi madre Agnes dijo que también podía alterar sus mentes, y lo hizo, convirtiéndolos en dos putitas adictas al sexo. 


Y mi venganza concluyó ahí, los hijos de Dayane ahora son dos prostitutas que piensan que su madre murió hace años, por lo que no saben quién es Dayane. Ella por su parte intentó coger una parte del dinero de mi padre en el divorcio, pero los abogados la hicieron trizas y la dejaron sin nada. Luego se enteró de lo que les pasó a sus hijos, trató de denunciarlo pero la tomaron como loca y la encerraron en un manicomio. En cuanto a mí, retome mi puesto como generente de la empresa pero ya no como Raúl Miroquesada, sino como Camila Rosales, Hija de Agnes Rosales. Ahora soy una mujer envidiada por su belleza y respetada por su poder. Mi padre o mejor dicho Felipe me pidió matrimonio y yo dije que sí pues estaba enamorada de él. Podría decir que mi vida es nuevamente tan buena como lo era antes pero no, es mucho mejor. Puedo gozar de todos los placeres de ser una mujer, como ponerme ropa bonita, maquillarme, broncearme, ser el centro de atención pero lo mejor el sexo con mi futuro marido. Así, que en cierta parte tengo que agradecerle a Dayane pues sin ella, no tendría está magnifica vida. 



¿Fue muy cruel Raúl o mejor dicho Camila en su venganza? o ¿Creen que Dayane y sus hijos de la merecían? ¿Ustedes qué hubieran hecho, en caso de estar en la situación de Raúl? 
Estaría encantada de leer sus respuestas. 

Espero que les haya gustado esta historia, sé que es un poco largar pero me gusta contar los detalles. Como siempre no olviden que si tienen alguna idea para una próxima historia o alguna petición, no duden en ponerla en los comentarios, yo trataré de hacerlas lo más pronto posible.

-ValRo

Comentarios

  1. Me gustó mucho la historia, tuviste buenos detalles, además que no fue la típica historia de siempre y supiste mantener la narrativa bastante bien y fue muy bonito todo n.n

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    Respuestas
    1. Deberías subir algo así en ves de tus cómics de Pinocho jaja

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    2. Para que si tipos como tú no comentan, pero para criticarme si estás comentando que ironía...

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    3. Es que la verdad no ay mucho que comentar en las últimas pero la verdad admiro mucho tu constancia y antes tenias muy buenas historias ojalá que sigas con tu blog por gusto y no por que te presionen o no lo que sea

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    4. Vale vez que eso está mucho mejor 😊

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    5. Muchas gracias Kary.

      Desacuerdo contigo Dann, yo he leído las últimas historia de Kary y uff están espectaculares, quisiera tener la creatividad que ella tiene. No obstante, cada quien tu su opinión y eso está bien, siempre cuando se digan con respeto uwu.

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