10- Madre - parte 1

Daniel venía de jugar un partido de futbol con sus amigos, entró a su casa y su madre lo recibió ofreciéndole un baso de jugo. Debido a la sed que traía, Daniel se tomó aquel jugo de un sorbo y luego fue a  bañarse, pues al rato tenía una cita con una hermosa chica. Como cualquiera, se sacó la ropa, abrió la regadera, se jabonó y enjuagó. Pero, justo antes de que pudiese alcázar la toalla para secarse, empezó a sentir un dolor infernal en todo a su cuerpo. 

Cayó en el piso de la ducha, mientras gritaba del dolor. Sentía como si estuviesen perforando cada rincón de su cuerpo con enormes agujas. No lo sabía en aquel momento, pero sus huesos se encogían perdiendo su respetable metro noventa de altura. Pero no era todo, sus músculos, tonificados por años de ejercicio continuo, desaparecieron en un instante, dejando un cuerpo delgado y frágil. Daniel aún gritaba y vio sus manos las cuales se volvían más pequeñas y delgadas con unas uñas más largas y finas. Luego, sintió un gran ardor en su pecho, el cual empezó a expandirse formado dos pequeños senos en un inicio. Pero eso no acababa ahí, con cada respiración que Daniel daba estos crecían y crecían hasta formar unas tetas de un tamaño considerable. 

Daniel aterrado sostenía sus nuevas mamas mientras sentía como su rubio cabello crecía a una velocidad nunca antes vista, hasta dejar una larga melena que pasaba sus hombros. Pero todo el dolor que había sentido hasta ahora no se comparaba al que estaba por venir. Los testículos de Daniel se encogían al igual que su miembro, haciendo sentir como si alguien no dejara de darle patadas en esa zona. Fueron minutos de agonía, hasta que el dolor como llegó, se fue. Daniel con mucho miedo abrió sus piernas, las cuales ahora eran completamente lampiñas, observando con espanto que ahora una vagina yacía en el lugar donde debería estar su pene. 

La transformación llegó a su fin, pero Daniel seguía temblando. Se apoyó en la pared y con mucha dificultad se puso de pie, sintiendo el nuevo peso de sus senos moverse con él. Era evidente lo que había pasado, la verdadera cuestión era el por qué pasó. Daniel trataba de pensar en qué pudo causar tal metamorfosis, hasta que su madre, quién escucho sus gritos desde la cocina, entro muy preocupada al baño donde estaba. Su madre quedó completamente sorprendida al ver a una señorita completamente desnuda en lugar de su hijo. Daniel, aún con temor, se dirigió a ella diciendo -mamá, ¿Qué me pasó?-.

¿Por qué Daniel terminó convertido en una mujer?, bueno para responder a eso necesitan algo de contexto. 

Era 2002, Linda era una jovencita muy bella de 19 años, con un futuro prometedor. Sin embargo, todas sus metas y sueños se esfumaron cuando ella quedó embarazada de su novio. De aquí en adelante empezaría una calvario para ella. El poco hombre que la embarazó se desapareció de la faz de la tierra al enterarse la noticia. Mientras que sus padres se negaron a darle apoyo alguno, pues eran muy estrictos y no pensaban hacerse cargo de las irresponsabilidades de su hija, dejando sin un hogar a su hija.  

Linda se quedó completamente sola, con un ser humano creciendo en su vientre. Abortarlo no era una opción pues iba en contra de sus ideales. No obstante, Linda, en lugar de sentir un resentimiento por aquella criatura que estaba por traer al mundo, se percató de que ahora una vida dependía de ella y lo vio como un motor que la impulsaba a no rendirse. Fueron tiempos difíciles para ella, tuvo que dejar la universidad y a sus amigos. Vendió la mayoría de sus pertenencias para poder tener algo de dinero, y aún así necesitaba de la solidaridad de aquellas personas que se apiadaban de su caso. Finalmente, luego de 9 meses bastantes duros Linda dio a luz a un bebé varón, que había heredado sus hermosos ojos verdes, al que llamó Daniel. 

Para poder mantener a su hijo Linda tuvo que pasar por muchos trabajos, como barrendera, mesera, vendedora etc. A veces pasaba días sin dormir, debido a que tomaba turnos extras para tener más dinero. Esto, sumado al arduo labor que involucra cuidar de un bebé, consumió toda la juventud y belleza de Linda. Ya habían pasado 19 años y Linda ya era una mujer madura de 38, había conseguido un trabajo estable como secretaria de una empresa medianamente exitosa. No ganaba una fortuna, pero sí lo suficiente como para dale una vida de calidad a Daniel. Además que ahorró lo suficiente para que Daniel pueda asistir a una de las mejores universidades del país, o al menos eso creía. 

Ahora hablemos un poco de Daniel. Al carecer de una figura paterna y al tener a su madre ocupada todo el tiempo, Daniel se crio prácticamente solo. Recibió malas influencias, tanto de la tv, que veía siempre, como de malas juntas, convirtiéndose en un chico problemático y rebelde. Sin embargo, también era un muchacho bastante astuto. Aprovechaba el poco tiempo y atención que su madre dedicaba en él para engañarla. Ante sus ojos era el hijo ideal, noble y responsable. Pero en realidad no era más que alguien haragán, pedante y aprovechado. 

Daniel ya tenía 19 años, engañó a su madre diciéndole que quería estudiar una carrera en una de las universidades más caras del país. Linda emocionada por las supuestas ganas de superarse de su hijo, trabajaba día y noche para poder pagar la alta mensualidad que la universidad exigía. Le daba el dinero al propio Daniel para que pague, pero este se lo gastaba a fiestas, mujeres y alcohol, a sus espaldas. Sin embargo, Linda no era tonta, un día decidió investigar sobre dichos pagos y se encontró con la dura verdad. 

La madre soltera en inicio no podía creerlo, se negaba a aceptar que aquel niño por el cual dio todo de sí, la haya estado engañando de tal manera. Conocidos y maestros le advirtieron de la calaña de su hijo, pero, como toda madre, no podía ver maldad en él. Ella estaba  destrozada y furiosa, ese niño por el cual tiró sus sueños de ser una gran abogada, por el cual perdió su juventud, por el cual se mató trabajando día y noche, le estaba viendo la cara de tonta. Tenía muchas ganas de correrlo de la pequeña casa donde vivían, sin embargo, no quería hacer lo mismo que sus padres hicieron con ella, pues sabía lo que era estar solo en el mundo. Pasó días actuando como si nada pasara frente al desagradecido de su hijo, pensando en que hacer, hasta que indagando un poco descubrió el castigo ideal. 

Volviendo al presente..

-Mamá, ¿Qué me paso?- inmediatamente Daniel se detuvo y llevo su fina mano a su garganta, quedó sorprendido al escuchar una voz que para nada era la suya salir de su boca. 

Linda no emitió respuesta, quedó anonada al ver aquella señorita desnuda en la ducha, en ella se veía a si misma de joven, pues el parecido entre ambas era innegable. 

-¡Mamá!- gritó Daniel con desesperación tratando se hacer reaccionar a su madre. -¡por qué soy una maldita mujer, tenemos que ir a un hospital de inmediato-.continuo alzando la voz.

Al escuchar los gritos de aquella chica, Linda volvió en sí y respondió -¿por qué eres una mujer? Pues por mi culpa-. 

La mirada de miedo da Daniel se transformó en una de duda y enojo, -¿qué estas diciendo? - replico la ahora joven rubia. 

-Sé que no usabas el dinero que te di para pagar la universidad, me mentiste- dijo Linda en un tono muy serio, aunque por dentro tenía muchas ganas de romper en llanto. 

Daniel al escuchar esas palabras sintió su corazón latir más rápido, como un ladrón al ser atrapado. Solo se limitó a quedarse callado y bajar la cabeza. 

-No sabes todo el esfuerzo que hice pensando en ti y me pagaste de esa manera- dijo Linda no pudiendo evitar soltar unas lagrimas. -por eso decidí castigarte quitándote lo que más aprecias, tu hombría- dijo en una mezcla de dolor e ira. 

Daniel no podía creer que su madre le haya hecho tal cosa, ni siquiera creía que era posible que pudiera cambiarlo de sexo en cuestión de minutos. Se acercó a su madre, aún con su cuerpo totalmente desnudo y le suplicó, -perdona mamá, prometo no volver a engañarte, iré a la universidad como dije pero transfórmame en un hombre nuevamente, no quiero ser una mujer-.

Linda se limpió las lagrimas, y nuevamente con un tono serio dijo -no me bastan tus promesas, me hiciste perder mucho tiempo y dinero por seis meses y ahora tendrás que pagarlos. -cómo no tienes un trabajo ni estudias, te dejaré como mujer por ese misma cantidad de tiempo, tendrás que obedecer todo lo que diga y sí lo haces, transcurrido ese tiempo, volverás a ser un hombre-.

Daniel abandonó su faceta de hijo arrepentido y se puso furioso al escuchar esas palabras -y una mierda, ¿piensas que me quedaré como mujer unos 6 meses? Estas loca, ahorita mismo iré a la policía y te denunciaré por lo que hiciste- dijo estallando en rabia. 

Esto en lugar de calmar a su madre la hizo permanecer más firme en su posición, ella respondió -adelante, anda, di que mágicamente te transformaste en una mujer por mi culpa, si no se ríen de ti, te tomaran de loca y pasarás tus días en un manicomio como una mujer, yo ya te hice mi oferta, cuando estés dispuesto a aceptarla empezara a correr el tiempo, te lo dejo a tu decisión- dijo saliendo de aquel baño, dirigiéndose a su habitación. Una vez ahí se puso a llorar, pues, aunque se lo merecía, le dolía ver a su hijo sufrir de esa manera y le rompía el corazón el saber que en estos momentos la odiaba. Incluso pensó en devolverlo a la normalidad, pero Daniel necesitaba un castigo para que pueda cambiar y no acabe metido en un lio peor. 

Daniel se quedó solo nuevamente, aún en shock por lo que su madre le había hecho, estaba furioso con ella. Cogió la toalla y torpemente trató de cubrir su femenino cuerpo. Salió del baño y se dirigió al espejo que tenía en su habitación, viéndose de cuerpo completo. Aquel espejo reflejaba a una hermosa mujer con un cuerpo espectacular, cosa que le hacía comprender a Daniel en la situación que ahora se encontraba. 


Mientras miraba cada rincón de su cuerpo en el espejo pensaba que hacer. Su madre tenia razón, si iba con la policía no le creerían, ni el mismo podía creer lo que acababa de pasar, hace unos minutos tenía un pene y ahora en su lugar tiene una vagina, solo podía tratarse de un acto mágico. Su segunda opción fue pedirle ayuda a sus amigos, sin embargo, al igual que cualquiera estos tampoco le creerían. Además, debido a su orgullo masculino, se rehusaba a la idea que sus amigos y amigas lo vean convertido en una mujer, sería muy humillante para él. 

No pensaba en aceptar el trato de su madre, debido a que consideraba que era una medida extrema que no se merecía. Además conocía a su mamá, y lo blanda que era con él, estaba seguro que ella en algún momento sedería y lo regresaría a ser un hombre. Así que creyó que lo más conveniente era esperar a que su madre se arrepintiera de su decisión. Canceló la cita que tenía por obvias razones, y buscó entre su ropa algo que lo pueda cubrir, poniéndose uno de sus bóxeres. Al ponérselo lo primero que notó era el evidente espacio que su entrepierna ya no podía llenar, además que esta prenda ahora le apretaba, pues su trasero y caderas ahora acaparaban todo. Encima se puso una camiseta deportiva, la cual ahora le quedaba más suelta, debido al cambio de contextura, y le cubría hasta medio muslo, como si se tratase de un mini vestido. Sin más se echó en su cama a escuchar música mientras esperaba que su madre venga arrepentida. 

Sin embargo, las horas pasaron, y su madre nunca se apareció. Ya era de noche y Daniel empezó a sentir hambre, bajó a la cocina, caminando muy incomodo pues sus tetas sin brasier no dejaban de moverse con cada paso que daba. Llegó a su destino y buscó algo de comer entre las ollas pero no había nada. Su madre apareció y dijo que había cocinado solo para ella misma, y que si quería comer podía prepararse algo. Sin embargo Daniel no sabía cocinar, siempre su madre lo hizo por él, sabiendo esto, Linda se ofreció a enseñarle, pero Daniel como acto de protesta y enojo solo se fue sin decir una palabra. Al rato le dieron ganas de miccionar, cosa que intento postergar por mucho tiempo porque sabia lo que implicaba. Pero tampoco quería empapado así no tuvo de otra que ir al baño. Evidentemente no podía miccionar de pie, así que con mucha vergüenza bajo su bóxer y se sentó en la taza e hizo sus necesidades de una manera muy diferente a la que estaba acostumbrado, sintiéndose muy humillado en el proceso. Mientras seguía sentado solo miraba al techo diciendo -odio esto-. 

Daniel pasó dos semanas así, encerrado en su habitación y sin dirigirle la palabra a su madre. Sin embargo, Daniel estaba perdiendo la batalla pues su madre no mostraba interés alguno en transfórmalo nuevamente. En su desesperación buscó en internet rituales o hechizos que cambiaban el sexo, pero ninguno le funcionó. Sus amigos empezaron a preocuparse por él, pero el en su vergüenza dijo que se había ido de viaje por un tiempo indefinido para que no lo fueran a visitar. Tampoco salió a la calle por el pudor de que la gente lo viera en esta forma. Ya que su madre ya no le cocinaba, se limitaba a comer las frutas o galletas que habían por ahí, pero evidentemente llegó un punto en que estas se acabaron. Daniel ya rendido, pues era evidente que necesitaba de su madre, no soportaba más esta condición, no lo quedó otra opción que comerse su orgullo y aceptar el trato de su madre. Con mucho pesar se dirigió  a su habitación y le tocó la puerta, su madre le abrió y se le quedó viendo. Daniel tragó saliva y dijo -Bien mamá, tu ganas, hagámoslo-.  

Hola, es bueno estar de vuelta, perdón por desaparecerme un tiempo pero he tenido muchas cosas que hacer. Esta historia es una petición de Daniel, quién se tomó la molestia de escribirme al correo. Esta historia es para ti, Daniel, y espero que te este gustado. Así mismo, como se pudieron dar cuenta, esta historia estará divida en partes, creo que es lo más conveniente para que no se haga tan pesado de leer. Pero tranquilos todas las partes ya están listas, así que no tardarán mucho en su publicadas. Igualmente, a los que me dieron otras ideas para historias, no se preocupen pues ya estoy trabajando en ello, solo tengan paciencia. Sin más que decir, hasta la próxima entrada. 

ValRo. 

Comentarios

  1. Muy buen comienzo, me gusta mucho la historia uwu

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    1. Gracias Kari, espero que el resto de partes te gusten igual

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    2. Holaa que tal una historia muy interesante
      Cuando subes La siguiente parte

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  2. Muy buen comienzo!! Me gustó mucho :3 ..

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  3. Muy interesante, estaré a la espera de la siguiente parte

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    1. gracias, me alegra que la primera parte los enganche

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    2. Oye deberías continuar con la historia Competencia ya que dejaste muchas dudas
      Dudas muy interesantes

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    3. Estaba pensando en lanzar un encuesta, para ver que historia debería tener una continuación. Obviamente la que sea más votada tendrá una segunda parte uwu

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    4. Estaremos esperando tu encuesta 😉

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  4. Esperamos con muchas ansias la segunda parte 😜😜😜

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  5. Respuestas
    1. Por aquí mismo si gustas, es más fácil que lo vea por aquí que por el correo

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    2. Entonces solo la pido? Pues me gustaría que sea acerca de un chico que se transforma en una chica muy linda y prueba su cuerpo

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