27- La maldición

TGOCTOBER DÍA 27: Halloween

LA MALDICIÓN

La noche de Halloween siempre fue algo particular particular para mí. Mientras otros niños iban a pedir dulces en compañía de sus padres, el mío siempre encontraba una excusa para no estar presente en esa fecha. A veces decía que tenía trabajo, otras que iba a visitar a mis tíos y abuelos, pero siempre se iba antes de que cayese el sol. A medida que fui creciendo, tanto yo como mis hermanos mayores, Mael y Jeyson, vimos esto como algo normal. Podíamos divertirnos por nuestra cuenta, yendo a pedir dulces y luego armando maratones de películas de terror. 

El tiempo pasó y Mael, el mayor de los tres, cumplió la mayoría de edad. Ese Halloween él había prometido llevarnos a la casa abandonada del pueblo, sin embargo, mi padre le pidió que lo acompañara a la casa de mis abuelos, cosa a la que él no pudo negarse. Desde aquella vez Mael, adquirió la misma costumbre de mi padre de desaparecerse cada noche de brujas, dejándonos a Jeyson y a mí con nuestra madre. 

Jeyson me había prometido quedarse conmigo todas las noches de brujas. No obstante, cumplió la mayoría de edad pocos años después, y, como me esperaba, se unió a mi padre y a Mael. Ya era algo que me parecía sospechoso, siempre pregunté el porque no me llevaba con ellos, a lo que ellos respondían que lo entendería cuando sea un adulto. 

Y el momento llegó, pues el año pasado cumplí 18. Llegó el 31 de Octubre y yo emocionado les preguntaba a dónde iríamos a esta noche, pero ni madre ni padre me quisieron decir. -Ya esperaste 18 años, qué daño te hará esperar unas horas más- decía mi padre limpiando la casa. Fui a insistir con mis hermanos, pero corrí con la misma suerte. -Créeme enano, es mejor que lo vivas a que te lo contemos- dijo Gael. -Pero eso sí, yo te recomiendo que elijas un buen disfraz- agregó Jeyson riendo. 

Sin otra me quedó esperar y, tal como dijo Jeyson, empecé a alistar mis disfraz. Pensé que lo más probable es que me llevasen a un prostíbulo o algo así, para estrenarme como varón. Así que decidí ponerme un traje no tan ñoño para impresionar a las mujeres. Me vestí con un pantalón elegante, con una camisa abierta y una areola y alas de ángel, no podía estar más facha. Baje a avisarle que estaba listo, pero mis padres me dijeron que este año no saldríamos, pero que aún así, en la noche descubriría el secreto que tanto me habían ocultado. Algo decepcionado volví a subir a mi cuarto, en donde esperé junto a mi celular a que sea la hora. 

Dieron la 6.00 pm. El sol se ocultó, dando pasó a la luna, y, cuando el cielo estaba completamente oscuro, todo comenzó. Nunca olvidaré a esa sensación, no era dolorosa en lo absoluto pero sí súper extraña. Sentía como toda la carne de mi cuerpo temblaba como gelatina y se reacomodaba a su gusto. Todo empezó a hacerse ligeramente más grande de la nada y era porque me estaba encogiendo. No solo eso, también la leve musculatura que había desarrollado desapareció por completo, provocando que la camisa que antes me quedaba ceñida ahora luzca grande y suelta.

Antes de que pueda reaccionar por mi nueva delgadez, sentí mi cabello llegar hasta mi espalda y al ver mis brazos miré sorprendido como los bellos de estos se introducían en mi piel, dejándome una extremidades no solo escuálidas, sino que también lampiñas. Aunque en ese momento no veía mi rostro sentía como este cambiaba junto con el resto de mi cuerpo. Pase mi pequeña mano por él, sin sentir el raspor producto de mis afeitadas, en ese momento mi piel era mucho más suave y tersa. 

Pero lo más extraño fue cuando vi como mi pantalón se empezó a encoger, a tal punto que llegó a ser tan largo como mis boxers. Gracias a ello vi mis piernas en ese momento más largas, con muslos más gruesos y completamente depiladas. Y cuando no podía ponerse más bizarro, aquel pequeño short que llevaba se convirtió en una transparente falda. 

Mi camisa corrió la misma suerte, los botones se unieron y desaparecieron dejando una especie blusa. Blusa que se ajustó a mi nueva contextura abrazando mi pequeña cintura y dejando un espacio vacío en el pecho. Espacio que poco después fue llenado dos grandes pedazos de carne que empezaron a brotar de mi busto. Mis zapatos de encogieron ajustándose al nuevo tamaño de mis pies y luego convirtiéndose en tacones de punta alta. Luego mágicamente unos guantes blancos aparecieron en mi delgadas manos y se extendieron por todo mi antebrazo. Finalmente, todo se terminó cuando sentí un leve placer en mi entrepierna, asustado llevé mi mano hacía ella, y al no sentir ningún bulto sobre mi nueva ropa interior, supe que tenía una vagina. 

Todo eso ocurrió en menos de un minuto, pero para mí fue eterno. Sorprendentemente caminé con los tacones hasta mi espejo en dónde vi en lo que me había convertido, una muy sensual chica vestida de ángel. No podía creerlo, tocaba cada parte de mi cuerpo, sintiendo el contacto de los guantes con mi piel. No parecía ser un sueño, todo era muy real. Mi primera reacción fue pedir ayuda a mi familia, así que caminé lo más rápido que pude con el nuevo calzado que portaba, caminando sorprendentemente bien a pesar de no haber usado tacones en mi vida. Grité con mi nueva voz el nombre de mi padre, de mi padre y de mis hermanos. Pero cuando llegué a la sala no encontré a ninguno, solo vi a dos mujeres tan o más hermosas de lo que yo era en ese momento.

-Oh por Dios, Gladio ¿Eres tú? - dijo la señorita de pelo rosa al verme. 

-Claro que es él, sabría quedarías hermosa- dijo la otra acercándose a mí sonriendo. 

-¿Quiénes son ustedes? ¿A caso saben lo que me está pasando? - respondí muy asustado.

-Sé que esto es algo de creer pero....

-Somos nosotros Mael y Jeyson, aunque bueno ahora puedes decirnos Marcía y Jessica- interrumpió la pelirosa. 

-Te dije que debíamos tener más tacto para desrícelo, recuerda como lo hicimos contigo- resondró la chica de la blanco. 

No podía creer que aquellas dos hermosas señoritas eran los hermanos a los que yo tanto admiraba, era algo imposible para mí en ese momento, a pesar de que hace instantes yo me había transformado en una chica. Aún asustado y sin creerles respondí - no no no, mienten, Jeyson jamás usaría esas medias y Mael jamás se vestiría de conejita, debe ser una broma ¿Dónde están las cámaras? O ya sé debo estar drogado, muy drogado....

-No lo estás hijo- dijo otra voz fémina que provenía desde mis espaldas. Voltee a ver quien la producía, viendo a una hermosa mujer vestida de Wonder Woman, la cual se acerca a mí sonriendo. 

-Wooo al fin pasó, sabía que serías tan hermosa como tus hermanas pero jamás lo imaginé tanto... - dijo la mujer viéndome de pies a cabeza y tocando mi rostro. 

Si aquellas chicas eran mis hermanos, aquella mujer que nunca había visto en mi vida y me decía hijo solo podía ser una persona. -papá..... - dije confundido. 

Mi padre, ahora vestido como una de mis súper heroínas favoritas me dijo que me tranquílese y que todo estaría bien. Mi madre quien apareció después también quedó sorprendida al verme, pero al igual que el resto de mi familia, parecía que ya lo esperaba. Me dieron un vaso con agua y todos, ahora mujeres, nos sentamos en la sala a conversar. Era demasiado surreal. 

Mi padre ahora con una voz que era muy diferente a la voz gruesa y grave, a la que estaba acostumbrado, empezó a hablar. -Todo se remonta al siglo XVI, ya sabes en plena casería de brujas y todo eso. Un día como hoy, nuestros parientes lograron capturar una y llevarla ante la hoguera. Sin embargo mientras se quemaba esta empezó a recitar unas palabras que nadie entendía... obviamente pensaron que se trataba de una especie de maldición, pero pasados algunos meses todo seguía en orden. Por lo que creyeron que el propósito de la bruja había fallado. 

Sin embargo pasado un año aquellos varones que estaban presentes al momento de quemar a la bruja se transformaron en bellas féminas al caer la noche, esto  incluía sus vestuarios. Fue todo un caos, pero felizmente al día siguiente volvieron a la normalidad.  Desde entonces descubrieron de lo que se trataba la maldición, cada noche del 31 Octubre los varones y sus hijos y los hijos de los hijos se transformarían en bellas mujeres por toda una noche. Eso es lo que me contó mi padre cuando me transformé por primera vez y ahora yo te lo cuento a ti, de la misma forma que lo hice con tus hermanos. 

-Entonces todas las noches que te ibas era por ...-dije yo

-Exacto, con tu madre acordamos que lo mejor era que ustedes no vieran así hasta que pasaran por lo mismo. Por ello me iba dónde tu tío y pasaba la noche ahí. - dijo mi papá cruzando sus piernas muy femeninamente. 

-Eso quiere decir que el tío Juan también .....

-Sí, y los primos y hasta el abuelo, absolutamente todos los de la familia .... -dijo Jeyson jugando con su cabello largo. 

Y antes poder seguir procesando toda aquella información el timbre de nuestra casa sonó. 

-Llegaron rápido... -dijo mi madre. 

-¿Quienes?- pregunte nervioso de que alguien más me vea en esta forma.

-La familia siempre se reúne en estas fechas, ahora que ya todos mis hijos son adultos, por fin, podemos realizar la reunión en nuestra casa- dijo mi padre feliz, acomodándose su largo cabello y yendo a recibir a sus invitados. 

Entonces entraron, un montón de hermosa mujeres con disfraces muy sensuales. Sería un paraíso para mí, si es que no supiera que todas ellas eran mis familiares. 

-Así que el pequeño Gladio llegó a la edad ehh- dijo una voluptuosa mujer con un pequeño traje y orejas de gato.

No sabía que decir, no tenía idea quién de todos podía ser. 

-El es tu tío Juan, a poco no esta muy guapa- se acercó mi papá dándole una nalgada. 

-Pero si es mi hermanita Marjorie - respondió el tío Juan abrazándola, se comportaban muy femeninas como para ser hombres. 

-Y dime sobrina, ¿Cuál es tu nuevo nombre?- preguntó mi tío. 

-Nuevo nombre?....- dije confundido 

-Sí olvidé decírtelo, es tradición que nos elijamos un nuevo nombre mientras somos mujeres, ayuda a asimilarlo mejor- dijo mi padre.

-Ahhh no sé, ¿Galea?- respondí con lo primero que se me vino a la cabeza. 

-OIGAN TODAS, LES PRESENTO A GALEA, LA NUEVA MUJERCITA DE LA FAMILIA- dijo mi tío abrazándome y gritando para que todo el mundo en la casa me viera. 

Acto seguido mi padre me cogió de la cintura y me presento a cada uno de mis familiares. Familiares que ya conocía con anterioridad pero que ahora lucían completamente diferentes. Era súper extraño ver a aquello tíos, a los que estaba acostumbrado ver tomar cerveza, usando pequeños vestidos o faldas, riendo y hablando como mujeres. O primos con lo que jugaba futbol, ahora comportándose y luciendo como muchas de mis compañeras de instituto. También estaban mi madre y otras mujeres "naturales" de la familia, pero a ellas no parecía importarles mucho todo lo que pasaba. Sintiéndome bastante incomodo, quise retirarme a mi cuarto, estar a solas para penar un rato. Pero de camino me tope con dos sensuales gemelas. 

-Hola primita- dijeron las dos a la vez. Solo conocía a dos gemelos en mi familia, y no podían ser más que Thiago y Adriel, primos que eran solo un año mayores que yo. 

-¿Así que Galea no?- dijo una 

-Es un bonito nombre- dijo la otra. 

-Gracias.... - respondí tímidamente.

-¿Y cómo lo llevas?- preguntó la de la izquierda

-Pues es díficil, hace media hora tenia un pene y ahora pues.... 

-Jajaja sí es algo extraño al principio, pero verás que es divertido, en especial por los chicos- dijo la de la derecha. 

-¡¿CHICOS?!- pregunté alarmado. 

-¿Qué no te lo dijo mi tía Marjorie?

-La maldición no solo transforma nuestros cuerpos. Sino que también nos da un libido un poco elevado jeje.

-¿Un poco? El año pasado estaba tan caliente que me acosté con tres chicos en una noche y déjame decirte que el sexo como mujer es riquísimo.- dijo sin vergüenza una de ellas.   

- YO NO QUIERO TENE..... - y antes que pudiese terminar esa frase unos gritos me interrumpieron. 

-YA LLEGARÓN CHICAS- gritaba mi padre haciendo pasar a varios tipos muy altos y fornidos. La música empezó a sonar más fuerte y todas las mujeres presentes se pusieron como locas. Los hombres que parecían ser strippers empezaron a bailar muy pagadamente con algunas de las mujeres. Vi como Jeyson meneaba su culo muy cerca de la entrepierna de uno de ellos y Mael hasta parecía querer besarse. Ni que decir de mi papá quien empezó a quitarle la camisa a uno de ellos, admirando sus pectorales. 

-QUE DIABLOS- dijo sonrojado.

-Oh jajaja si hay algo que hay que reconocerle a la familia es que sabe armar buenas fiestas- dijo una de las gemelas. 

-El año pasado fue en nuestra casa, ojala haya venido el chico de esa vez- dijo la otra mordiéndose el labio. 

Ambas me llevaron de las manos hasta la sala donde pasaba todo. Uno de los hombres se acercó por mi detrás tomándome por la cintura, haciéndome saltar como reacción. Solo me alejé de él sin decir nada y me paré en un rincón. Aquella fiesta se salió rápidamente de control, algunas de las mujeres perreaban con los hombres, Mael se estaba besando con uno, había perdido el rastro de Jeyson y mis padres, ambos, estaban bailándole sensualmente a un hombre. Incluso algunos de mis tíos, sin descendía alguna empezaron a desnudarse frente a ellos para llamar su atención. 

No podía ver más de esto, mis familiares comportándose como unas mujeres calientes o unas putas, mis padres y hermanos incluidos. Para evitar más traumas decidí subir a mi cuarto y encerrarme ahí hasta que acabé a la noche a ver si podía quitarme aquellas imágenes de la cabeza. Entre a mi habitación y cerré la puerta con fuerza, sin embargo aún podía escuchar la música y los gritos. Desesperadamente me quité aquellos tacones y el resto del disfraz sin temor a romperlo, quedándome desnudo o desnuda. 

Veía mi cuerpo ante el espejo, había visto mujeres desnudas solo por internet, y ahora que veía una en persona era yo mismo. Era raro ver aquella raja entre mis piernas, sentía una pequeñas ganas de tocarla, pero me contuve. Lo mismo con mis pechos, eran bonitos de ver, pero no quería dejarme llevar al igual que el resto, estaba convencido de que a pesar de tener este cuerpo seguiría siendo un hombre. Molesto fui a mi armario a buscar algo de ropa cómoda para dormir e imaginar que esto era una pesadilla. Sin embargo, ni bien me puse mi pijama improvisada el mismo efecto de hace unas horas volvió a ocurrir. 

La camiseta que llevaba se transformó en un sostén con decorado egipcio, el cual no cubría mucho mis nuevos senos. El pantalón siguió igual de ancho, pero se tornó negro y un cinturón del mismo decorado que el sostén apareció de la nada, junto con unas pulseras y un collar. Mi pijama de había transformado en un sensual traje egipcio. 

-CARAJO- grité con mi nueva voz. Quitándome de inmediato aquel traje, de la misma forma que deshice del traje de ángel. Otra vez desnudo me puse otras prendas mías. Sin embargo fue inútil, pues nuevamente estas se transformaron a tener contacto con mi piel. Esta vez dejándome solo en un sostén de encaje y unas bragas negras. Únicamente tapado por una capa y un sombrero que, como mis tetas y vagina, salió de la nada. 

Desesperado por la situación, intente quitarme aquellas prendas nuevamente hasta que mi madre entró a la habitación. 

-Por más prendas que te pongas, la maldición las transformará en esos trajes- dijo riéndose desde la puerta.  

Cerró la puerta y se sentó en mi cama. -¿Estás bien?-.

Me senté a su lado frustrado -odio esta maldición-

-No tan tan malo, solo unos pocos pueden gozar se ambos sexos y contarlo- dijo quitando mi sombrero y acariciando mi cabello. 

-¿Cómo es que no estás molesta? Vi a mi papá comportarse como una zorra con esos hombres y tú también estabas así- dije molesto. 

-Con tu papá acordamos que durante esta noche, ambos éramos libres de divertiros un poco....

-¿Y no te molesta? Literalmente tu esposo ahora tiene pechos ..

-Éramos muy jóvenes cuando tu padre me contó lo de su maldición, yo misma vi en persona como se transformaba. Y soy consiente de que no puede controlarse en esa forma, como tus tios y tus hermanos. Pero es parte de y yo los amo con todo y su pequeño "problema". 

-Esto es súper bizarro ¿Sabes? 

-jajajjja a veces solo tenemos que aceptar las cosas que no podemos cambiar.  Verás que pronto esperarás esta fecha tanto como tus hermanos. 

-No lo creo... 

-Bueno cariño, tampoco te puedo obligar a nada, puedes quedarte aquí y si te animas abajo estamos todas- dijo dándome un beso en la mejilla y saliendo de mi habitación. 

Comprendiendo lo inútil que era cambiarme me eché en mi cama con el traje de bruja. Intentaba dormir pero la música sonaba fuerte. Por si fuera poco, la habitación de Jeyson estaba a mi lado y las paredes no eran muy gruesas, por la que pude descubrir por ciertos ruidos sospechosos donde se encontraba mi hermano y qué hacía. Harto de estar en mi casa decidí salir a respirar aire fresco, cerré bien mi capa para que no se viera mi semidesnudo cuerpo y salí por la puerta de atrás para no ver a nadie y para que no me vieran. Salté la cerca con dificultad por los tacos y la vestimenta y por fin estaba en la calle. 

Felizmente ya eran altas horas de la noche, por lo que la calle estaba practicamente vacía. Los niños ya dormian y los jovenes estaban sus fiestas. Caminaba por mi vecindario, pensando en todo lo que había pasado hasta ahora y sintiendo bastante frio por mi piernas desnudas. Hasta que una voz familiar dijo -Hey, bonito disfraz-. 

Era Eddie, mi mejor amigo, con quién pasaba Halloween desde que mis hermanos y padres se iban a "la casa de mi tío". Se encontraba a fuera de su casa, fumando. Era bueno ver una cara conocida la cual no se comporté como una prostituta en mi delante. 

-Gracias- respondí sonriendo. 

-Nunca te había visto por este aburrido pueblo, ¿turista?

-Oh bueno sí....una reunión familiar ... 

-¿Y qué haces aquí y no con ellos? 

-Supongo que quiero un poco de aire fresco. ¿Tú que haces aquí? 

-Mi mejor amigo desapareció, le he estado marcando pero no responde. Quería ver unas películas con él, pero bueno supongo que estoy solo ahora. 

Era cierto, por todo lo que había pasado me había olvidado avisarle que no podría estar con él este Halloween. -Bueno supongo que debe haber tenido algo muy serio como para no asistir- dije tratando de excusarme. 

-Igual me las pagará- dijo riendo. 

Me dio algo de pena verlo solo, él siempre había estado para mí y yo ahora lo abandoné. Además tampoco podía estar merodeando solo por las calles de noche siendo una chica. Así que dije -¿Qué tal si vamos a caminar por ahí? La verdad no quiero volver donde mis tíos-.

-¿Salir con un descocido en plena noche?-.

-Soy una bruja, si me intentas hacer algo te convierto en gusano- dije bromeando tontamente. 

-Bien bien, bajo esa advertencia, tendré cuidado- dijo levantándose y yendo a mi lado. 

Empezamos a caminar por nuestro pequeño pueblo mientras conversábamos. Era divertido inventarse toda una vida falsa como mujer. Eddie no era el tipo más sociable del mundo, pero, cuando entraba en confianza era muy divertido. 

Fuimos a una gasolinera, como él no llevaba disfraz se ensució con algo de tierra para fingir que es un zombi, eso fue bastante tierno y gracioso. Como si fuéramos niños pedimos dulce y truco a los confundidos empleados de cada tienda que había aún abierta en el pueblo. Fastidiamos a unos cuantos borrachos en las calles y nos íbamos corriendo, llegó el momento en el que él tuvo que cargarme pues yo no podía ir tan rápido por los tacones. En ese momento despertó algo en mí, sentir sus gruesos brazos tomando mi delgado cuerpo provocó que empezará a verlo de distinta forma, pero trate de ignorar aquella sensación para divertirme con él. Luego compramos una cervezas y las tomábamos a  las afueras del pueblo mientras reímos y hasta cantábamos. Teníamos toda la noche para nosotros dos.

Eran ya las 4 de la mañana, regresábamos a nuestro barrio algo ebrios y entre carcajadas. 

-Gracias- dije yo mirando al cielo

-¿De qué?- respondió él

-Pensé que sería un horrible Halloween, pero tú lo hiciste divertido.

-¿Tan aburrida es la reunión de tus tíos?

-No sé si aburrida sea la mejor manera de describirlo...

-Bueno, al menos yo podré presumirle a Gladio que pase la noche con una linda brujita

Me sonrojé bastante cuando dijo eso. Hasta ese momento no había dado cuenta, pero me había estado comportando como una chica frente a mi mejor amigo y realmente me estaba divirtiendo. Me quedé un rato en silencio, pensando en lo que mi madre me dijo, pensando si estaba bien o mal lo que estaba haciendo ahora. 

"Mi padre siempre ha sido un hombre muy masculino, a pesar de que ahora sabía que se transformaba en una mujer cada año. Igual mis hermanos, incluso Jeyson tenía novia. No es que como si una noche aféctese el resto de su vidas como hombres." Pensaba mientras caminaba.

-Hey, ¿todo bien?- Dijo Eddie viéndome.

Yo no respondí solo me quedé observándolo por unos segundos. Para luego, como si de impulso se tratase lanzarme hacía él, tomarlo por la cabeza con mis pequeñas manos y darle un beso en la boca. 

El beso fue largo, felizmente él me siguió tomándome por la cintura y pegándome hacía él. Jamás imaginé besar a otro hombre, menos a mi mejor a amigo. Pero en ese momento comprendía a mi padre, tíos, primos y hermanos, yo deseaba ese beso, deseaba a ese hombre. 

Luego de unos minutos nos separamos, ambos estábamos algo avergonzados. 

-Eso se sintió muy bien- dije con la respiración algo agitada.

-No está mal para la primera vez que beso a una chica- respondió él. 

-Bueno debo admitir que también fue mi primer beso- dije sonriendo. 

-¿Entonces vamos por nuestro segundo?- 

Y sin responder volví a lanzarme para darle otro largo beso. Continuamos así hasta llegar a su casa en dónde yo ya estaba encima de él besándolo mientras el me tomaba por la cintura con sus fuertes brazos. Empecé a sentir un hormigueo en mi entrepierna, era evidente lo que era, me estaba excitando y mucho. 

Decidí dejarme llevar, tal y como mi madre me aconsejo, y le dije a Eddie para ir a un lugar más privado, él me condujo hacía su habitación, sus padres habían ido a una fiesta por lo que él estaba solo en casa. Entramos de la mano a su hogar y ni bien cerró la puerta yo desabroche mi capa mostrándole el bonito conjunto que traía debajo. 

No necesite que dijera nada para conocer su reacción, el gran bulto de su entrepierna hablaba por él. Cada vez era más difícil contenerme, no podía aguantar ir hasta su cuarto así que ahí mismo me puse de rodillas, desabroché y baje su pantalón, dando mi primera mamada cono mujer. Era extraño, no puedo decir que era un sabor agradable, pero me encantaba la sensación de tener un miembro la boca, podía sentir con este palpitaba en mi garganta y ver su expresión de satisfacción me excitaba aún más. 

Luego él tomó el control me quito la capa como si nada dejándome solo en aquella lencería. Me cargó y me tiró en su sofá en donde, echado encima mío, empezó a besar desde mis cuello hasta mis piernas. Se sentía muy bien sentirse dominada y tomada por él, me encantaba tener su lengua recorriendo todo mi cuerpo femenino. 

Con algo de torpeza desabrochó el satén, dejando mis senos libres y empezó a lamerlos lentamente, haciendo que gima como reacción. De la misma forma bajó mi braga, dejándome desnuda ante él. -te devolveré el favor,- dijo antes de llevar su cabeza a mi entrepierna empezando a meter su lengua en mi vagina. Me sentí como en el cielo, sentía una gran explosión de placer en mi interior a tal punto que lo pateé sin darme cuenta. 

-Perdón perdón - dije avergonzada.

-No es nada- dijo sobándose- supongo que hago bien mi trabajo- y luego continuo haciendo gemir como una total perra. 

Pero el plato principal por fin llegó y Eddie se deshizo por completo de sus pantalones y bóxer. Yo solo podía concentrarme en su gran miembro, no pudiendo aguantar las ganas de tenerlo dentro de mí. Como la buena putita que era en ese momento abrí mis piernas, mostrándole mi rajita bien húmeda, suplicando con la mirada que me la meta de una vez. Él entendió el mensaje e introdujo su enorme miembro dentro de mí. Estrenándome como una mujer.

Seguimos el sexo en su habitación, yo me encontraba gimiendo mientras montaba su verga en el mismo cuarto donde antes jugábamos juntos videojuegos. Tuve muchos orgasmos, nadie podría imaginar que Eddie era tan bueno cogiendo. Al final ambos acabamos exhaustos en la cama, desnudos, sudados, ebrios y abrazados. 

Me quedé recostada un rato su pecho, mientras su mano apretaba mi nalga con fuerza. Era demasiado placentero estar en esa posición. Hasta que vi el reloj de su cuarto, el cual marcaba la 5:40 a.m. Recordé lo que me dijo mi padre, que salido el sol volvería a ser un hombre, tan rápido como me transformé en mujer. No podía dejar que Eddie me vea así, no podía enterarse que se cogió a su mejor amigo. 

Me paré rápido de la cama y busque mis prendas para vestirme. 

-¿Ya te vas?- dijo Eddie algo confundido 

-Créeme que si no estoy en casa antes de que salga el sol estaré en serios problemas.- dije subiéndome mi braga.

-Entonces te acompañaré.

-No es necesario, puedo solo...sola- dije abrochando el sostén. 

-Al menos déjame tu número o algo para hablar contigo otra vez- dijo al triste. 

Ya vestido con la capa, me acerqué a él y lo besé por última vez. -Estoy segura de que nos volveremos a ver-. Luego de eso salí corriendo, con los tacones en mano, hasta mi casa, quedándome solo 10 minutos. 

Llegué a la entrada y el sol salió. Inmediatamente sentí mi cuerpo temblar otra vez. Los tacones se hicieron pantuflas, la braga volvió a ser el short deportivo que usaba para dormir y el sostén aquella vieja playera. La capa y el sostén desaparecieron, y con ellos mis anchas caderas y mis senos. Mi cabello volvió a la normalidad y cuando sentí nuevamente el peso de mis testículos y mi miembro supe que había vuelto a ser Gladio. 

Entré a mi casa y vi a mis tíos como hombres nuevamente, borrachos, algunos tirados en el piso, al parecer botaron a los strippers antes de transformarse. Fui al cuarto de mis hermanos, y vi como ellos también dormían plácidamente, como si nada hubiese pasado. Llegué a mi cuarto pero para mi sorpresa mi padre estaba ahí esperándome. 

-¿Sabes lo peligroso que es que andes como una señorita sola en la calle? - dijo molesto. - Tuve que salir a buscarte y me preocupé cuando no te encontré.

-Lo siento, sé que fue una tontería- dije agachando la cabeza. 

-Pero al menos estás bien- dijo suspirando- no perdonaría si algo malo te pasara.

Me senté a su lado y ambos nos quedamos en silencio por un rato. -Sé que es extraño ver a tu viejo comportándose así pero...,- dijo mi padre antes de que lo interrumpiera.

-No tienes que decir nada, ya entendí que es algo que no podemos controlar. 

El solo sonrió y sobo mi cabeza como siempre. -Pero es hora de volver a la normalidad-.

-Sí, está bien por un día- dije sonriendo. 

Me quedé dormido hasta el medio día, al despertar vi como toda mi familia hacía una parrillada como siempre, como si nada de la fiesta de anoche hubiera pasado y eso estaba bien. Eddie me llamó para contarme de aquella misteriosa chica que conoció ayer y yo solo pude fingir sorpresa al escuchar todo lo que me decía. 

El tiempo pasó, nadie en mi familia habló de aquella noche. Mis hermanos se comportaban con normalidad y mis padres igual. Yo seguí con mi vida, incluso conseguí una linda novia en el instituto, con la que perdí la virginidad como hombre. Y ya que conocía los puntos sensibles de una mujer, fue sencillo complacerla. En cuanto a mi condición supongo que esperaré a que sea algo más serio para contarle. 

Hoy es un nuevo 31 de octubre y esta noche celebraremos en la casa de uno de mis tíos. No me gusta admitirlo, pero he estado esperando mucho esta noche. El sol ya se ocultó y Galea esta lista para salir y esta vez acostarse con más de un chico. No tengo que ni preocuparme por la ropa, me siento tan sensual con estas mayas y el pequeño vestido. Mi hermanas y mi nueva mamá se ven igual de hermosas y están esperándome en el auto mientras yo terminó de arreglarme. Me veo en el espejo y me sacó una foto con el celular, pensando en que la bruja no fue muy inteligente al maldecirnos de esta forma. 

FIN.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

¿Usted no aprende verdad? ¿Cómo es que estás en último día del Tgoctober si te faltan más de la mitad de los días?. Bueno, tomando en cuenta de que octubre acaba de terminar y que de seguir al ritmo que voy prolongaría esto quizá hasta navidad, pensé que lo más adecuado sería terminar esta pequeño evento con el último día, tal y como lo propuso M. 

El Tgoctober fue una dinámica bonita y divertida. En lo personal siento que forzó bastante mi creatividad y estoy orgullosa de muchas de las historias que salieron de aquellas palabras que Jessica y yo propusimos aleatoriamente. De igual manera me gustó mucho ver como otros blogs como el de Karina o el de M se unieron. Especial merito a Karina que es quien más lejos llegó haciendo historia increíbles. 

Sin embargo, como dije por ahí, pedimos un pastel mucho más grande del que podíamos comer. Escribir una historia diaria, con la calidad que me gusta que tengan, es algo casi imposible para mí. Lo mismo puedo decir del resto de escritores, pues tenemos otras cosas que hacer a parte de los blogs. Quizá el próximo año podamos hacer un mejor Tgoctober, quizá con nuevas y menos palabras o nuevas dinámicas. Pero en lo que a mí respecta, lo doy por terminado este año.  

El Tgoctober ha terminado y publicado un total ocho historias relacionadas. ¿Cuál fue su favorita? ¿Qué palabra les hubiera gustado ver realizada? Son cosas que pueden dejar en los comentarios. 

Como mencioné en la entrada anterior, con la publicación de esta historia se cierran los cupos para participar en el TravelSwap. Y me alegra anunciarles que tenemos un ganador, M, el cual fue de los pocos que se ajustó a todos los requerimientos y el comentario que más llamó la atención de la empresa. Así que M, avísale a tu amigo que muy pronto harán un pequeño viaje, atento a los formularios que llegarán a tu correo y espera la próxima historia en donde serás protagonista. 

Sin nada más que decir, yo soy ValRo, su figura formato png favorita, y me despido hasta una próxima historia.

ValRO.