36- Cassiel en la tierra

Cassiel en la tierra

Después de muchos años dormido, Cassiel volvía a pisar la tierra de los mortales. No sabía cuanto tiempo tenía, en cualquier momento su madre podría darse cuenta que había dejado unas simples piedras cubiertas por una manta en su lugar, arrastrándolo de inmediato a las profundidades del inframundo, obligándolo a seguir durmiendo. Así que estaba dispuesto a disfrutar su estancia entre los mortales lo máximo posible. Los humanos siempre le parecieron divertidos, había algo escondido entre su fragilidad, fugacidad e insignificancia que le llamaba sumamente la atención. 

Decidió empezar su aventura tomando la forma de un pájaro para pasar desapercibido y andar libremente por los cielos, buscando algo de entretenimiento. Luego de unos minutos de vuelo, pasó por un adinerado vecindario, pensó que no encontraría nada interesante por aquí hasta que los gritos de una mujer llamarón su atención. Cassiel descendió hasta postrarse en un árbol cercano, desde cual observó todo.

-NO NO NO, DEFINITIVAMENTE TÚ NO VAS A ENTRAR A MI CASA- gritaba la señora Miller desde la puerta de su hogar al hombre negro que se encontraba a su al frente. 

-Pero señora, usted llamó diciendo que tenía una problema con su señal y la empresa me mandó a mí a solucionarlo.- contestó Rick, un técnico de una empresa de internet, que trataba de mantener la compostura ante la iracunda mujer. 

-PUES QUIERO QUE ME TRAIGAN OTRO TÉCNICO, mi marido paga mensualmente su servicio y estoy en mi derecho de exigir que me atienda otra persona- replicó la mujer sin calmarse. 

Rick no estaba dispuesto a seguir soportando a la señora, era evidente que tenía un problema con su color de piel, así que, para evitar meterse en problemas contestándole, decidió irse e informar todo a sus superiores. Sin embargo, antes de que pudiese darse media vuelta, el marido de aquella mujer, el señor Miller, hizo acto de presencia, calmando a su esposa y pidiendo que guarde silencio. -Disculpa a mi mujer, por favor, no ha tenido un buen día y la verdad necesito mi internet de vuelta, así que, qué tal si olvidamos todo y te doy una propina extra por las molestias- le dijo el señor amablemente a Rick. 

Pese a que el trabajador ya estaba bastante incomodo, sabía que la empresa podría descontarle parte de su sueldo si no cumplía con su tarea, además, aquel sujeto parecía alguien razonable y agradable, inspirándole cierta confianza, así que sin más, Rick soltó un suspiro y accedió, ingresando a la casa para ver que estaba mal con la conexión. Cassiel se sintió curioso por la situación, sospechaba que el señor Miller se traía algo entre manos y quería ver cómo acababa todo, así que voló a la ventana más cercana de la casa para seguir observando. 

Mientras Rick revisaba el modem de internet en la sala, la pareja discutía en voz baja en uno de los pasadizos.  

-¿Por que me contradices? De seguro viene aquí para ver que tenemos y venir a robarnos después con el resto de los suyos- exclamó la mujer.

-Cállate, mujer, ¿crees que a mí tampoco me molesta? pero no puedes armar un escandalo a fuera de la casa donde todos te ven, yo tengo una mejor idea para deshacernos de él- contestó el hombre seriamente. 

El señor Miller le susurró todo el plan a su esposa y esta asintió sonriente en símbolo de complicidad. Rick estaba muy enfocado en su trabajo como para escucharlos, pero Cassiel, con el oído más agudo del mundo, oyó todo a la perfección. La mujer distraería a Rick, mientras que el hombre escondería en la mochila que el técnico trajo objetos valiosos de la sala, para después llamar a la empresa donde trabajaba y acusarlo de ladrón. Cassiel empezó a reír dentro de sí, volviéndose a convencer de que los humanos eran muy divertidos. 

La mujer llevó a cabo al plan, acercándose al trabajador afroamericano y pidiéndole disculpas por lo sucedido, excusándose en que antes ya tuvo una mala experiencia. Rick aceptó las disculpas solo para zanjar el tema, terminando de arreglar en unos minutos el modem. Cuando pensó que ya se podía ir, la mujer le dijo de inmediato que su computadora tampoco recibía internet, preguntándole si la podía revisar, cosa a la que Rick no tuvo más opción que aceptar. Cassiel, siguió a ambos, hacía el segundo piso de la gran casa, postrándose en la ventana de la habitación de la pareja, lugar en donde la señora Miller distaría a Rick mientras su esposo lo incriminaba. El pobre Rick ya había caído en la trampa, pero para Cassiel esta historia se merecía un mejor final. 

Lo que lucía como un parajito inocente empezó a cantar dulcemente en la ventana, siendo escuchado por la mujer. Esta veía atentamente al técnico revisar su computadora, mientras que dentro se preguntaba en cómo las empresas podían contratar a gente de su color. Sin embargo, aquellos pensamientos racistas se fueron desvaneciendo poco a poco con el canto del ave, la femenina empezaba a dejar de sentir repulsión por Rick, comenzando a sentir todo lo contrario. La mujer concentró su atención en sus gruesos brazos y su gran altura, imaginando pervertida mente si esa talla era reflejada en el tamaño de su miembro. La señora Miller de inmediato se alarmó y sonrojo por sus pensamientos, una mujer de estatus como ella no podría andar morborseando a un hombre que no sea su marido, menos aún a un negro. Sin embargo, con cada segundo que pasaba, sus pensamientos sexuales hacía con Rick se hacían mucho más fuertes, tanto, que sus bragas estaban ya completamente húmedas y sus pezones se habían puesto super duros de tan solo verlo trabajar. La mujer intentó disimular y reprimir sus nuevos deseos, echándose algo de aire con la mano y sacudiendo la falda de su vestido, -¿Todo bien?- preguntó Rick al ver su repentino cambio de comportamiento. -Todo perfecto- respondió la femenina entre jadeos. 

El técnico siguió con lo suyo, mientras la mujer continuaba viéndolo con deseo, mordiéndose los labios. Como nunca antes, observaba al afroamericano de pies a cabeza, desnudándolo con la mirada, deseando que la tome con sus fuertes brazos y la haga suya ahí mismo. Sabía que estaba casada, y que su esposo seguía en casa por lo que tenía que controlarse, pero sus ganas de probar un pene negro eran cada vez mayores, sentía que lo necesitaba dentro de sí urgentemente. Sin poder resistir más sus impulsos, la mujer se puso de espaldas al técnico y alzó su vestido -hey, aquí tengo otro problema- le dijo a Rick, quien de inmediato volteó y quedo boquiabierto al ver a la fémina. 

-Señora... qué …está haciendo..- Respondió nerviosamente Rick, mirando a otro lado de inmediato por respeto. 

-¿Que no es obvio lo que quiero? solo cierra la puerta y ven a mí y follame- dijo la mujer totalmente sumida en el placer, quitándose el vestido y arrojándolo a un lado, exhibiéndole a Rick su cuerpo en ropa interior.

-Lo siento, pero creo que me tengo que ir- dijo Rick dirigiéndose a la puerta, pues no quería problemas. Sin embargo aquel pajarito que observaba todo desde la ventana volvió a cantar y el pene de Rick se puso duró como una roca, marcándose en su pantalón. Sabía que esto causaría que lo despidieran, sabía que tenía una novia que lo esperaba en casa, pero, de la nada, el hombre ahora tenía unas enormes ganas de follarse a esa mujer. Al igual que la señora Miller, Rick también cedió ante sus nuevos deseos, y cerró la puerta de la habitación, tomando a la mujer entre sus brazos.

Ambos parecían bestias en celo, Rick rompió de un estirón el sostén y la tanga de la mujer, mientras que esta no le importaba desprender los botones de la camisa del hombre para descubrir su duro pectoral. El técnico la ayudó, desabrochándose la correa y bajándose el pantalón, y, la que hace unos minutos era una respetable señora, no lo pensó dos veces, y se puso de rodillas, sacando aquel preciado tesoro que tanto estaba desando de los bóxers de su amante. Era enorme ante sus ojos, quizá el doble del tamaño que poseía su esposo, no entendía como pudo despreciar antes tal exquisitez. Como si su vida dependiera de ello la mujer condujo el miembro del buen Rick a su boca, llevándola hasta la profundidad de su garganta sin problemas, todo esto mientras veía a los ojos al hombre que hasta hace unos minutos estaba echando de su casa. 


Mientras a Rick le daban la mejor mamada de su vida, el señor Miller, ya habiendo colocado algunos objetos valiosos en la mochila del técnico, esperaba a que su mujer baje con él. Sin embargo, al estos demorar tanto, decidió subir a ver lo que pasaba. Alzó una ceja al ver la puerta cerrada y de inmediato tocó exigiendo que le abrieran, pero los dos amantes estaban muy concentrados en lo suyo como para hacerle caso. El hombre, preocupado, pensando que aquel negro le estaba haciendo algo a su mujer, abrió la puerta de una embestida, solo para darse con la sorpresa de que su esposa le estaba haciendo una felación a un afroamericano. 

Antes de que el esposo si quiera pudiese gritar, Cassiel volvió a cantar como un pájaro, y en vez de su clásico tono masculino, de los labios del señor Miller emergió una dulce y femenina voz. El hombre confundido se llevó las manos a su boca y luego a la garganta, tratando de engrosar su voz sin éxito alguno, mientras los amantes seguían ignorándolo. Intentó acercarse a ellos, sin embargo, tras el primer paso, sus piernas ya no le respondían, se quedó congelado en media de la sala. De pronto, el marido observó aterrado como de un momento a otro su ropa se desvaneció en el aire, dejándolo completamente desnudo. Su cabello castaño comenzó a crecer desmesuradamente, hasta caer desparramado por su espalda y, contrariamente, todo el bello de su pecho y piernas desaparecía obteniendo una figura completamente lampiña como la de su mujer. A la par, su torso se hacía más pequeño y  los músculos flácidos de sus brazos y piernas adelgazaban, viendo como Rick ahora lucía mucho más grande e imponente que él. Todo esto mientras suplicaba por ayuda con la voz de una señorita. 

Sin embargo el pánico le duró poco, pues, al igual que los otros dos, el señor Miller empezó a sentirse excitado de la nada y el miembro que de momento seguía colgando de su entrepierna se puro duro como mástil. A pesar de la situación en la que se encontraba, no pudo evitar empezar a masturbarse. Su respiración se agitaba, mientras pequeños gemidos muy femeninos empezaban a brotar de él. El hombre jugaba plácidamente con su miembro a la vez que veía como su mujer le era infiel, hasta que una extraña sensación invadió sus pezones. Con la mano que tenía libre, empezó a acariciar uno de ellos, sintiendo una placentera ola placer recorrer por su cuerpo, lo que lo motivo a seguir jugando. El señor Miller continuó acariciando su pecho, cada vez más rápido y gimiendo cada vez más fuerte, sintiendo como la palma de su mano empezaba a ser llenada por la carne de su pecho, hasta que se formaron un par de se senos, casi tan grandes como los de su mujer, a los que siguiendo apretando excitado. 


Sus nuevas mamas no fueron las únicas en crecer, mientras el señor Miller estaba perdido en sí mismo masturbándose, su cuerpo continuó cambiando. Su plano trasero empezó a inflarse, hasta dejarlo con unos grandes glúteos que acompañaban a su nuevas anchas caderas y a sus gruesos muslos, que ya le otorgaban un bella figura femenina. Pero al "hombre" parecía no importarle aquello, él estaba concentrado viendo como su esposa le hacía una felación a Rick, al principio con una evidente ira que poco a poco terminó convirtiendo en envidia. Quería ser él el que este chupando esa verga, quería que Rick, un hombre de verdad, juegue con sus recién adquiridas tetas y que las aplaste con su enormes manos. El señor seguía masturbándose, no percatándose que su falo cada vez se hacía más pequeño dentro su mano, pues estaba demasiado ocupado pensando en lo bueno que estaba Rick y lo mucho que deseaba que lo hiciera sentir una mujer completa.  Así, sintiendo su último orgasmo masculino, su miembro terminó por introducirse dentro de él, quedando en su lugar una muy húmeda vagina, a la que de inmediato empezó a zacear con sus dedos. Ahora, Cassiel, veía a dos mujeres y hombre en la habitación.


El pequeño pájaro volvió a cantar y el señor Miller pudo caminar nuevamente. Sabía perfectamente lo que necesitaba, así que ni bien pudo corrió con los amantes y se unió a la diversión. Rick recibió con una sonrisa a su nueva putita, y sacó el miembro de la boca de la señora Miller para ahora apuntarlo hacía su esposo quien ya estaba de rodillas listo para empezar a chuparlo. El "hombre de la casa" veía aquel enorme falo acercarse a su pequeña boca, y, a pesar de ser su primera vez haciendo una felación se lo tragó entero como un experto disfrutando del rico sabor de la verga negra, mientras que a su esposa se acercó por  atrás y empezó a masajear sus recién adquiridos senos.


Rick tenía a ambas mujeres de rodillas, peleando entre sí para tener su miembro en la boca, una llevaba el falo hasta lo más profundo de su garganta, mientras la otra desesperadamente lamía y besaba su escroto y sus testículos, todo mientras Cassiel continuaba observando desde la ventana, carcajeándose por dentro, orgulloso de lo que acababa de causar. 

Rick se cansó de estar parado y ordenó a la dos mujeres ponerse de pie para que el pudiese echarse en la cama que el matrimonio antes compartía. Las dos mujeres obedecieron sumisamente, pues harían lo que sea por sentir más de ese miembro, ahora Rick era el alfa. El técnico, consiente de su poder sobre ellas, ordenó a la señora Miller sentarse en su cara, mientras que al señor le ordenó montar su miembro. Nuevamente las féminas obedecieron gustosas, y Rick empezó meter su lengua en la vagina de la que antes era la esposa, mientras que a la par comenzaba a desvirgar el coño del esposo. 


Cassiel se quedó viendo atentamente todo el acto, sin parpadear ni una vez, observando como ambas mujeres eran penetradas por cada uno de sus agujeros por el hombre al que antes querían joderle el trabajo. Luego de un par de horas llenas de fluidos y gemidos, los tres quedaron exhaustos, con el afroamericano echado al centro de la cama, rodeado de sus dos hermosas mujercitas, las cuales reposaban en su duro pecho. Cassiel era consiente que, al despertar, los tres se librarían de su control, mas recordarían todo lo que acababan de hacer en esa cama. Aquello era algo que el pequeño ser se moría por ver, observar como la pareja de racistas reaccionaban conmocionados luego de haberse acostado con un hombre de color.   Sin embargo, no podía quedarse a esperar a que el trio despertara, prefería gastar el poco tiempo que tenía en seguir visitando a más humanos. Así que simplemente extendió sus alas y se fue volando a buscar más diversión, pues ahí ya había acabado. Mientras estaba en el cielo, recordó que había olvidado devolver al señor Miller a su forma original, sin embargo, pensó que, de ahora en adelante, se podría divertir  mucho más con ese bello cuerpo, así que se lo dejó como un regalo de buena fe. 


Ya lejos de aquella casa, Cassiel se cansó de volar y descendió a la tierra donde rápidamente adquirió la forma de un niño de no más de seis años. Con su cortas piernas empezó a caminar, pensando en que nueva travesura podría hacer, hasta que a la distancia vio a un grupo de jóvenes vestidos de forma sumamente diferente a las demás personas que veía, portando trajes bastante coloridos y extravagantes. Motivado por su curiosidad decidió seguirlos, estos lo condujeron a un gran edificio, en dónde afueras había mucha más gente vestida de manera igual de rara. ¿A caso es esto una nueva especie de culto? pensó Cassiel. 

El pequeño vio que todas esas personas terminaban por entrar a ese edificio, así que decidió hacer lo mismo con fines de exploración. Cuando llegó a la entrada, la enorme mano de un guardia lo detuvo, -escucha campeón, necesitas venir con tus papis para que puedas entrar- le dijo con condescendencia. Cassiel tomó esto como una terrible falta de respeto y con una simple mirada directo a los ojos, hizo que el guardia saliera corriendo del miedo, orinándose encima. Sus compañeros fueron a socorrerlo de inmediato, mientras Cassiel aprovechaba el pánico para entrar a ese intrigante lugar llamado convención.  

Cassiel caminaba por el lugar extrañado, pero a la vez maravillado. La música era muy fuerte, habían una infinidad de puestos los cuales vendían artefactos de los más curiosos, la gente reía, bailaba y hasta gritaba, todos parecían estar divirtiéndose a lo grande, pero Cassiel seguía sin entender que era lo divertido. El pequeño empezó a caminar por todo el lugar boquiabierto, mirando atentamente cada detalle, sin embargo, constantemente era interrumpido por varias personas preguntándole "¿Estás perdido? ¿Dónde están tus padres?". Rápido, entendió que la forma que había tomado no era la ideal para esta situación, tenía que cambiar a algo que pase más desapercibido en este lugar, pero en qué o quién era la pregunta. Pensaba y pensaba hasta chocó con las largar piernas de una bella señorita de cabello rojizo y traje verde, -ten más cuidado niño, me puedes arruinar el disfraz- le dijo la mujer y siguió con su camino, dándole a Cassiel la respuesta a su dilema. 

El niño siguió discretamente a su nuevo recipiente por un buen rato, tenía que esperar a que sea el momento indicado, pues sí la poseía en medio de tanta gente podría causar un alboroto y su madre podría darse cuenta. Luego de unos minutos, la mujer se dirigió al baño de damas y Cassiel de inmediato fue tras ella. Una vez en el sanitario la fémina se metió a uno de los cubículos para hacer sus necesidades y el pequeño ser aprovechó que no había más nadie para deshacer su cuerpo de infante, volviéndose una mera sombra que se arrastró hasta los pies de la señorita, la cual ni tuvo tiempo de gritar pues Cassiel se introdujo en ella por su boca en cuestión de segundos, tomando su cuerpo como suyo. 

Empujo la puerta del baño y salió caminando con bastante dificultad, simulando a una marioneta de hilos. Crear la ilusión del cuerpo con las sombras era pan comido, pero controlar un cuerpo hecho de carne mortal era otra cosa más complicada, aún más con los tacones altos que usaba esta mujer. Cassiel se sentía extraño, muy pocas veces había poseído cuerpos mortales antes, y, como un ser sin sentidos, no estaba acostumbrado a percibir el aire rozar con las partes desnudas del traje, o sentir como su corazón latía aceleradamente dentro de su pecho. Comenzó a pasar sus manos por cada parte de su nuevo cuerpo, sintiendo con las yemas de sus dedos su suave piel. Prosiguió con el largo cabello, notando como este poseía una textura diferente pero igual de agradable, además de que también descubrió su sentido del olfato, al descubrir lo bien que su melena olía. Luego, sintió la curiosidad por sus senos, recordó como las mujeres Miller de hace un rato gemían cada vez que Rick les tocaba esa zona, algo bueno debían haber sentido, así que condujo sus finas manos hacías sus mamas de buen tamaño y empezó a masajearlas, descubriendo uno de los tantos placer de los cuerpos femeninos. 


Finalizada la breve exploración de su recipiente, el pequeño ser se acercó torpemente al lavabo y ahí abrió el caño. Con algo de temor condujo sus finas manos hacía el chorro que este desprendía, alejándose de inmediato cuando sentía una mínima gota tener contacto con su piel. Cosas como la humedad, el calor o el hambre y la sed, eran sensaciones que tampoco podía experimentar en forma normal, así que una cosa tan trivial como lavarse las manos era toda una experiencia para él. La mujer lo intentó muchas veces más, huyendo cual gato en cada oportunidad, sin embargo, en el intento número veintitrés, Cassiel se armó de valor y, con un grito de batalla, introdujo rápidamente sus manos al agua, descubriendo que no era nada tan malo. Como si fuese un bebé, empezó a jugar en el lavabo, botando el agua hacía los lados, mojándose a si mismo y llevando su boca hacía el caño para saber que sentía beber, hasta que  fue interrumpido por un par de mujeres que al ver su extraño comportamiento le preguntaron -¿Todo bien?-.

Cassiel, algo avergonzado, salió salió del baño de mujeres sin responder. Todavía seguía sin dominar los pasos de este cuerpo, así que seguía caminando torpemente apoyándose de las paredes y demás cosas que tenía cerca, siendo mirado de forma extraña por todos los presentes. De repente, sin querer terminó chocando con dos chicos, cayéndose al suelo, sintiendo el dolor por primera vez.  El par de muchachos, vestidos de verde y rojo y de bigotes falsos, de inmediato se acercó a a socorrer a la bella señorita que se había caído, no pudiendo evitar mirar sus bellos atributos mientras lo hacían. Cassiel, intentó irse sin decir nada nuevamente, hasta que ambos chicos se lo impidieron poniéndose a su al frente. -¿Podemos tomarnos una foto contigo?- dijeron ambos al unísono.


Cassiel no sabía exactamente lo que era una foto, pero terminó accediendo por curiosidad. Los chicos emocionados se le acercaron, uno de ellos sacó un celular, un aparato desconocido por Cassiel, y rápidamente tomó la instantánea. La mujer se mostró sorprendida ante la tecnología, como unos seres tan insignificantes como los humanos podía haber llegado tan lejos como para crear un aparato capas de detener el tiempo. Los chicos se rieron ante su asombro, pensando que bromeaba y le dijeron que podían sacarle muchas fotos más. Cassiel accedió y sin saberlo terminó modelando para el par muchachos con disfraces de fontanero. Acabada la sesión, los chicos estaban listos para seguir con su camino, pero esta vez Cassiel los interrumpió, preguntando si podía ir con ellos, pues quería que le enseñen más cosas de humanos. Los chicos, quienes no se iban a negar a tener tan bella compañía, accedieron encantandos. 
 
Así los tres recorrieron todo la convención, Cassiel caminaba apoyándose en los dos muchachos de rojo y verde, y estos orgullosos la tomaban de la cintura. Sin embargo, luego de unas preguntas, el par pronto se dio cuenta que esta chica sabía poco o nada de comics, videojuegos o anime, así que decidieron "educarla" en es ámbito. Cassiel caminó con ellos por todo el lugar, aprendiendo lo que era un Goku o un Superman, quedando maravillado al tocar su primer control y ver como controlaba a un personita dentro de la pantalla, probando por primera vez una Coca acompañada de unas papás fritas y enamorándose del sabor. 

Pasó un par de horas en compañía de los que consideraba sus nuevos amigos mortales, enamorándose de cada cosa que le presentaban, al punto que los consideraba sabios de estas tierras. Continuaban su viaje de exploración, hasta que por uno de los parlantes una voz dijo -Atención, atención el concurso de cosplay está a punto de comenzar, acercase todos al patio principal-. Cassiel de inmediato preguntó qué era un  Cosplay, a lo que los muchachos rieron y luego le explicaron. 

-Un cosplay es un disfraz, como el de nosotros o como el que tú usas ahora.- dijo el de rojo.

-Sí y en ese concurso premian al mejor y le dan mucho dinero- agregó el de verde. -Nosotros vamos a participar, aunque no creo que ganemos- 

-Sí solo lo hacemos por diversión, pero tú deberías entrar de seguro ganarías- mencionó el de rojo.

Cassiel se rehusó, pues para él dinero no significaba nada, pero aún así decidió acompañar a sus nuevos amigos y darles su apoyo. El trio se encontraba detrás del escenario, donde esperando todos los participantes, aguardando que sea su turno de salir al escenario. Mientras esperaba, el trío vio como una bella y sensual señorita vestida de colegiala pasaba al escenario, siendo ovacionada de inmediato por el público. 

-Ves, el premio siempre se lo llevan mujeres de buenas pechugas y grandes traseros, nosotros no ganaremos- exclamó el de verde desaminado. 

-Pero lo importante es divertirse, recuerda la rutina que practicamos- dijo el de rojo tratando de animarlo mientras Cassiel solo observaba. 

Luego de un par de minutos, llegó el turno de los muchachos. Ambos estaban listos para partir con algo de nervios, hasta que Cassiel les dio un beso en la mejilla a cada uno deseándoles suerte, cosa que de inmediato los llenó de seguridad. Mientras ambos jóvenes caminaban con dirección al telón, sus cuerpos y vestimenta empezaron a cambiar sin que se dieran cuenta. El cabello de ambos empezó a crecer exponencialmente, al punto que salió desbordado de sus gorras y cayó por su espalda. De sus pechos planos empezaron a emerger dos buenos pares de senos, que provocaron que sus camisetas se encojan, mostrando la ahora parte de la fina cintura poseía cada uno. La transformación continuó con la parte inferior, ensanchando sus caderas y desapareciendo por completo sus miembros. El pantalón del traje de tirantes del par, empezó a encogerse, desvelando las bellas y gruesas piernas femeninas que ambos adquirido en cuestión de microsegundos. Al cruzar el telón, atrás quedaron esos adolescentes de caras aceitosas, pechos escuálidos y piernas de pollo, pues salieron dos hermosas y sensuales mujeres que dejaron boquiabierto al publico con su belleza y con sus pronunciadas curvas. 

Cassiel era el obvio responsable tras esto, sentía que debía agradecerle a sus nuevos amigos todo lo que habían hecho por él y todo lo que le habían enseñado, así que no se le ocurrió mejor idea que ayudarlos a obtener el premio que tanto deseaban. Cuando escuchó los gritos y silbidos del publico, supo que su ayuda había servido, así que ya no le quedaba nada que hacer en este lugar. Se despidió a lo lejos de sus amigos, deseándoles éxitos con sus nuevos cuerpo y  que disfruten al máximo sus cortas vidas, esperando que disfruten el premio. Mientras tanto, ambos jóvenes parados en el escenario se preguntaban por que el publico gritaba tanto, hasta que uno de ellos volteó a ver al otro y lo vio convertido en una mujer, cosa les hizo darse cuenta a ambos lo que les había pasados a sus cuerpos. 

Las dos nuevas señoritas gritaban alarmadas en el escenario pidiendo ayuda, mientras que Cassiel orgulloso y feliz salía de la convención, ya caminando con un poco más de destreza y comiendo una caja de papás fritas que acababa de robar. Sabía que le esperaba un buen castigo al regresar a su casa, estaba quebrantando muchas leyes, pero aquello era lo más divertido que le había pasado en sus millones de años con vida. Mientras caminaba con sus tacones con dirección a la ciudad,  el pecado de la lujuria se decía a si mismo -los humanos son tan divertidos- . 

FIN

Eo eo, mis pequeños pervertidos, aquí Valro otra vez, en otro viernes de Tg. Nuevamente esta es una historia que se me ocurrió mientras buscaba imágenes para otra, originalmente solo quería hacer una historia corta con el primer trío, pero, necesitaba un justificante para la transformación. Pensé y pensé por días, hasta que se me ocurrió la idea de Cassiel, un ser que puede manipular la mente y cuerpo de las personas a su antojo. La idea me pareció que tenía bastante potencial y decidí expandirla un poco más. Pienso hacer de esta otra sección del blog, tal como lo son las pastillas, o la estrella de Sozin,  pero esta sección será algo diferente, pues ustedes me ayudarán a escribirla. 

Sé que muchos de ustedes pervertidos tienen bastante ideas muy buenas, así que es hora de que liberen todo su potencial. La dinámica es simple, dejen sus ideas de que más estragos puede causar Cassiel en el mundo mortal, pueden ser transformaciones, intercambios, posesiones, cómo vieron no hay limites (menos furros, aquí somos decentes xd). Yo las leeré todas y tomaré las que me parezcan más interesantes para escribirlas e hilarlas en una próxima parte. Espero emocionada leer las ideas que tengan. 

Sin más que decir, yo soy Valro, su figura formato png favorita, y los veo la próxima semana con una nueva historia. 



Próximamente: Historia 37: Charlas con café. 


Comentarios

  1. Wow que interesante historia, tus historias son grandiosas.

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  2. Oh genial, me gusto mucho, me hace recordar a las magnificas historias de Morpheo, muy linda historia y fresca Val, ojala pudieras darle continuación, te quiero mucho :3

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    1. No he tenido el placer de lar las historias de Morpheo, ¿Cómo las podría encontrar?. Claro que tendrá una continuación, yo también de quiero mucho :3

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  3. Me encantó, una idea muy original Val, mi idea podria ser que 2 chicos intentan espiar a las chicas en los vestidores, y nuestro amigo los tranforma para que puedan entrar con todas las demás, pero posiblemente algo sale mal jeje, está genial Val sigue así

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    1. Muchas gracias mi Jess, tú comentario será tomado en cuenta para la continuación uwu.

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  4. Muy buena historia Val 😍 sin duda eres la mejor .. me encantó :3 .. mi idea es q te transforme a ti, de una imagen png a una jpg.. ok no 😂🙈 .. mi idea, seria q fuera a un concierto, y estuviera una cantante pop y transforme a unos fans del rock en chicas fans de pop.

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    1. Hey muy buena idea, hay mucho potencial ahí. Gracias por comentar <3

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  5. Me encantaría una historia donde Cassiel transforme a un padre de familia en una colegiala y a su hijo en una milf ,solo imagínate el caos y la discordia que tendrán qué enfrentar ambos y su familia y lo que tendrían que lidiar ( ͡° ͜ʖ ͡°)

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  6. Ami me gustaría ver qué cassiel se divirtiera convirtiendo a un hombre de negocios o alguien exitoso en una ama de casa o una sirvienta algo por el estilo

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  7. Que buena historia Val, ojala haya continuación. Tengo una premisa para otra historia, un hermano y hermana hijos de científicos que además se llevan mal usan la máquina teletransportadora de sus padres sin permiso y al momento de usarla sus moléculas se distorsionan fusionándose en un nuevo ser (femenino), el controla el cuerpo y ella las emociones. Lo que provocaría un descontrol en su nueva vida de adolescentes.

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    1. mmm una fusión, concepto interesante, trataré de pensar que puedo armar con ello, gracias por la sugerencia, persona anónima, te quiero mucho.

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  8. Muy buena historia.... espero con ansias el próximo viernes

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    1. Que bonito leer que esperan mi trabajo, el viernes sin falta <3.

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  9. Hola en dónde andas.... Te estuvimos esperando...cuando llegas , te estamos esperando con muchas ansias

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  10. Hola ValRo...... siempre haciendo más historias llenas de sorpresas.... oye te puedo enviar algo....

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  11. Holaaa como estás te estamos esperando..... Con esas historias

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