Especial Día del padre

¿Dónde está papá?

Era mi cumpleaños número 18, cuando él desapareció de mi vida. Habíamos estado planeando juntos una gran fiesta por un año entero, todo al mínimo detalle, pues una chica solo cumple 18 años una vez. Él me prometió ser el primero en bailar conmigo esa noche, me prometió que iba a decir el mejor discurso de todos frente a los invitados, me prometió que iba a estar ahí, sin embargo, llegado el día no cumplió ninguna de esas promesas. 

La fiesta fue muy bonita, me divertí mucho, no obstante, no pude evitar sentirme algo decepcionada por no tener a papá a mi lado en una noche tan importante. Mi mamá me dijo que le surgió una complicación en el trabajo, algo de vital importancia, pero que regresando me lo compensaría. Como una niña caprichosa me enojé con él, pensé que le importaba más su tonto trabajo que su propia hija, pues ni siquiera se había dignado a llamarme para desarme un feliz cumpleaños. 

Días después mi enojo desapareció, entendí que mi papá tenía un puesto importante en gran laboratorio farmacéutico dónde trabajaba, después de todo ese trabajo pagó toda la gran fiesta que tuve. Sin embargo, ni siquiera pude decirle que lo entendía, que ya no estaba molesta, porque  ocho días después, él seguía sin poner un pie en la casa. Mamá nuevamente inventó otra excusa, me dijo que había tenido que asistir a un importante viaje a causa de su trabajo.

Había algo sospechoso en todo eso, mi papá nunca antes había tenido que ir a uno de esos viajes. Cuando intentaba llamarlo o escribirle por mensaje para preguntar lo que pasaba, él no respondía, mamá decía que era porque en el país donde se encontraba no había señal ni acceso a Internet, todo muy conveniente. Por si ello fuera poco, notaba a mi mamá muy extraña desde el día en el que papá "se fue de viaje", paraba entrando y saliendo de casa, a veces se iba por días enteros a quién sabe dónde llevando varias cajas, hablaba a cada rato por teléfono, a veces discutiendo fuertemente con la persona que estaba del otro lado y varias noches la escuché llorar sola en su habitación. 

Yo no era tonta, era evidente para mí que ese supuesto viaje era falso. Todo me llevaba a pensar que papá nos había abandonado o que había cometido una infidelidad, no sería el primer hombre en hacerlo, y que mi mamá no quería decírmelo para no lastimarme. Sin embargo, esa teoría se desmoronó días después, pues mi madre regresó de uno de sus tantos viajes misteriosos y trajo consigo una carta, una carta de papá. Pensé de inmediato que era otra de sus artimañas para ocultarme la verdad. Sin embargo, cuando leí aquel pedazo de papel escrito a tinta, sentí cómo si él me estuviese hablando, al punto que no pude evitar soltar una cuantas lágrimas al terminar de leer aquel pedazo de papel. Esa era su letra, y su firma estaba ahí, mi mamá no pudo haber falsificado todo eso pues en la misiva pues habían cosas que solo mi papá y yo sabíamos. Entonces, pensé que quizá no me estén engañando después de todo y que papá de verdad regresaría algún día a casa. 

Quise escribirle otra carta, para decirle lo mucho que lo extrañaba, mamá se ofreció a llevarla a la oficina de correos, la cual quedaba a las afueras de la ciudad. Así empezamos un rutina que duró más de un año, mi mamá cada mes partía todo un fin de semana a supuestamente visitar a una vieja amiga y aprovechaba en llevar las cartas que escribía para papá además de que, al regresar, recogía las que mi él enviaba. Siempre tuve bastante confianza con mi padre, por lo que en las cartas le contaba todo lo que me pasaba en la escuela, los proyectos que tenía, los líos que tenía con mis amigas y las chicas que me caían mal e incluso le hablaba del chico que me gustaba, era como hablar con otra amiga más. Él por su parte me contaba en las suyas las cosas increíbles que hacía en su trabajo y las costumbres extrañas que tenían en ese país, también siempre me mandaba varios regalitos como aretes, collares e incluso bonito conjuntos ropa, increíblemente aquel viaje parecía haber mejorado el gusto en moda de papá. En fin, yo en cada carta le preguntaba cuándo iba a regresar, él siempre respondía que pronto, pero a las finales siempre surgía alguna otra cosa que lo obligaba a quedarse por un tiempo más.

Mi mamá siempre me había prohibido coger su teléfono, para ella la privacidad siempre fue lo más importante, sin embargo, aquella actitud sobreprotectora con su celular aumentó desde que papá se fue. Siempre lo tenía consigo, y cuando yo lo cogía, incluso solo para ver la hora, me daba un tremendo grito. Creí que exageraba, ni si quiera yo me ponía así con el mío, y eso que tenía las fotos que le enviaba a mi novio ahí, sin embargo, un día entendí el porque tanto recelo. 

Un dato importante que tienen que saber es que mi mamá trabajaba como profesora de jardín, por lo que los días festivos, como el día de la madre o del padre, eran todo un caos para ella. Él día en el que agasajarían a los padres en su colegio, mamá tenía todo el mundo encima, tenía que alistar los adornos, organizar la actuación de los niños, etc, etc, tal era su ajetreo que terminó olvidándose su celular en casa. Lo vi tirado en el sofá y pensé en llevárselo hasta su trabajo, pues podría necesitarlo, después de todo no tenia nada mejor que hacer. Sin embargo, mientras me alistaba para llevarlo, este comenzó a sonar, revisé quién marcaba y sorprendentemente era el número de mi papá. Emocionada contesté de inmediato y antes de que la persona al otro lado de la linea pudiese hablar dijo -¿papá?-

Nadie contestó, quién sea que hubiese llamado cortó de inmediato. Intenté volver a llamar varias veces, pero no tuve respuesta alguna. Decidí desbloquear el teléfono de mi mamá, no fue tan difícil, pues la clave era mi cumpleaños, fui al registro de llamadas y vi que ella y el mismo número de mi papá siempre hablaban. Supuestamente papá no tenía señal dónde estaba, había algo que no cuadraba en todo esto. Era consiente que mi mamá me mataría al enterarse que revisé su celular, pero la intriga me mataba, así que revise sus mensajes de WhatsApp y busqué el contacto de papá. Para aumentar mi sorpresa ellos hablaban a diario por ahí, mi papá preguntando cómo estaba yo y si algo nos faltaba, pero sin duda lo más extraño es que le pedía cosas como toallitas femeninas, crema para depilarse y más artículos femeninos. Estaba muy confundida y algo molesta, me habían estado mintiendo por más de un año, papá sin duda no estaba al otro lado del mundo, estaba dispuesta a saber toda la verdad y solo una persona me podía guiar a ella. 

Volví a dejar el celular en el sofá, e hice como que nunca lo vi, evidentemente mamá regresó después por él. Actué como si no supiera nada, y, como hacía cada mes, escribí mi carta y se la di a mi mamá,  para que se la llevase el fin de semana. Justo era el fin de semana en el caía del día del padre, mamá, como de costumbre iba a visitar a "su amiga", pero esta vez no iría sola, pues yo la seguiría desde el carro de mi novio, a quién convencí de ayudarme. Llegamos hasta la ciudad vecina, en dónde mamá se estacionó a las fueras de una casa algo pequeña. Mi novio y yo mantuvimos a distancia, cogí unos binoculares que tenía y observé  como una misteriosa chica, que parecía ser de una edad parecida a la mía la recibía con un abrazo y la invitaba a pasar. ¿Quién era esa chica? No podía saberlo mientras mi madre seguía ahí, si iba de seguro inventaría otra mentira, tuvimos que esperar por horas a que se fuera. 

Una vez mi mamá partió, yo de inmediato baje del auto de mi novio, le dije que me esperará ahí y fui a tocar la puerta de aquella casa. Esperé impaciente, tocando el timbre una y otra vez, hasta que al fin me abrieron la puerta. Salió la misma chica que vi por los binoculares, viéndola de cerca era muy bonita, tenía el cabello super largo y de un rubio natural, unos hermosos ojos color café como los míos y un rostro angelical, llevaba unos jeans rasgados que denotaban sus largas y depiladas piernas, y un top que descubría su pequeña cintura y escondía unos senos medianos. 

Al verme ella reaccionó como si hubiera visto un fantasma, sus ojos de inmediato se pusieron llorosos y tartamudeando dijo. -¿Va...va..va..lery?

Yo me sorprendí de que supiera mi nombre, 

Me sorprendí de que supiera mi nombre, ella parecía muy nerviosa de verme, así que decidí aprovechar eso para mantener mi firmeza y encontrar respuesta -¿Quién eres tú? ¿Cómo es que sabes mi nombre? ¿Y dónde tienes a mi papá?-. pregunté. 

La chica se secó las lagrimas que caían de sus bellos ojos y guardó silencio mirando al suelo por unos largos segundos. Luego soltó un suspiro, volvió a mirarme fijamente y dijo con su delicada voz -Será mejor que pases- 

La chica parecía inofensiva, incluso yo era ligeramente más alta que ella, por lo que podría defenderme si quería hacerme algo, además mi novio vigilaba desde el auto, así que, confiada, decidí pasar. La casa por dentro era bastante pequeña, pero por todas sus cosas, se notaba que esta chica vivía muy cómodamente. Llegamos a su sala, en donde ella me invitó a tomar asiento en unos de sus sillones y ella se sentó enfrente mío. -¿Y bien? ¿Qué sabes de mi papá?- dije con los brazos cruzados?.

Ella continuó con la mirada baja, su rostro estaba completamente ruborizado, como si estuviese avergonzada por algo. Parecía costarle formular lo que iba responder, así que insistí -No tengo todo el día, DI ALGO- dije empezando a alzar la voz.

-Valery.... yo ....yo... soy tu padre- respondió de inmediato ella.  

-JA, y yo soy Scarlett Johansson, no estoy para bromas- dije sin creer aquella ridiculez que me decía, era imposible que un hombre de 48 años sea aquella chica que tenía al frente mío.

-Tenías 7 años, era tu primer festival de valet, tenías miedo de salir al escenario sola, ¿Recuerdas lo que te dije?- dijo ella entre lagrimas.

-No tienes que tener miedo, porque papá siempre va a estar atrás cuidándote... -dijimos ambas al unísono. 

Mi incredulidad persistía, pero aquel momento era algo que solo papá y yo compartíamos. Empecé a bombardear a aquella chica asustada con preguntas ¿Cuál era mi comida favorita? ¿A qué era alérgica? ¿Qué me había regalado mi papá en mi cumpleaños 18? ¿Cómo conoció mi papá a mi mamá, etc etc, todas preguntas que mi papá conocía y que esa mujer respondía certeramente con total seguridad. Luego de casi una hora de interrogatorio, quedaba más convencida, esa chica, que fácilmente podría confundirse con una hermana o prima mía, era mi papá. 

Obviamente pregunté cómo aquello era posible. Ella o él, no lo sé, dijo que en laboratorio donde trabajaba estaban buscando una forma de revertir el envejecimiento celular, en palabras más simple, rejuvenecer a las personas. Las pruebas demostraron ser efectivas en los animales de prueba, y estaban muy cerca de testearla en humanos, pero, justo un día antes de mi cumpleaños, ocurrió un accidente. Los compuestos que utilizaron para lograr dicho rejuvecimiento empezaron a mezclarse por si solos, formándose un gran compuesto gaseoso que se disolvió en todo el laboratorio donde se encontraba mi papá. Todos los que fueron expuestos fueron llevados de inmediato a emergencias, mi papá le dijo a mi mamá que no me dijera nada, pues no quería arruinarme mi fiesta de cumpleaños. 

Pasó algunos días internado en cuidados intensivos, días en los que su cuerpo empezó a cambiar radicalmente, su cabello crecía a velocidades nunca antes vista, sus huesos se encogían y sus músculos se deformaban. Se la pasó gritando y sufriendo, sintiendo dolor en cada rincón de su cuerpo, hasta que se terminó convirtiendo tanto interna como externamente en una chica joven. Los demás afectados presentaron el mismo efecto, todos se habían convertido en señoritas de no más de veinte años de edad. La empresa a cargo no quiso un escandalo y prometió pagar por su silencio, además de encontrar lo más pronto posible una forma de revertir el efecto. Mi papá confiado en que regresaría tarde o temprano a la normalidad, nuevamente le pidió a mi mamá que no me dijera nada de esto, pues le avergonzaba que yo lo viera en esa forma tan femenina. 

Los meses empezaron a pasar y la cura parecía aún lejana, con la indemnización que la empresa le daba, compró una pequeña casa en otra ciudad, para evitar toparse conmigo u otro conocido. Mamá siempre lo estuvo apoyando en secreto, al principio llevándole algo de ropa mía que ya no usaba, comprándole nueva ropa interior femenina y enseñándole a lidiar con su periodo, porque sí, resulta que mi padre ahora menstrua cada mes al igual que yo. Él resultó ser esa "amiga" a la que mi mamá visitaba cada mes. Cuando se enteró que yo sospechaba  que nos había abandonado, se le ocurrió la idea de las cartas, pues quería decirme lo mucho que me extraña y me quería sin necesidad de que yo lo viera. Me dijo llorando y abrazándome que siempre se la pasó por la cabeza en decirme la verdad, pero que no quería eliminar esa idea masculina y protectora que tenía de él. 

Me era difícil de asimilar toda esa información, mi papá ahora era una chica de mi edad. Sin embargo, no podía alejarme y darle la razón a sus temores, así que igualmente lo abracé y le dije que no importaba si era una chica, un anciano o un perro, tenga la forma que tenga él siempre iba a ser mi papá y que lo iba querer como tal toda la vida. Fue un momento en el que ambos lloramos como unas magdalenas por un buen rato. Le dije a mi novio que regresará a casa, obviamente no le iba a contar todo lo que ahora sabía, mientras yo decidí quedarme todo el día con mi papá, después de todo justo era el día del padre. 

Ordenamos comida por teléfono, y preparamos todo un día de películas, cómo lo hacíamos cuando yo era pequeña. Imaginé, que mi papá preferiría ver las películas de acción que siempre le gustaron, sin embargo, me sorprendió cuando sugirió poner una romántica adolescente, de esas que antes le aburrían y le parecían muy cursis. Mientras la veíamos pude notar que él ponía especial atención al guapo protagonista de la película, en especial cuando este andaba sin camisa. También me percaté de que su rostro estaba ligeramente maquillado y que las uñas de sus pies y manos estaban bastante bien cuidadas y pintadas de rosa. Todo aquello me llevó a preguntarle si sus gustos habían cambiado con la transformación.

Ella nuevamente se avergonzó, yo le dije que no pasaba nada, que me tuviera confianza. Completamente sonrojada, me dijo que  tras más de un año siendo una chica se empezó a sentir atraído por cosas más femeninas. El aburrimiento y el estar solo en esa pequeña la casa, lo orillaron a probar nuevas cosas, como empezar a aprender a maquillarse, pintarse las uñas, jugar con su cabello. Incluso descubrió que al ver televisión, los chicos guapos empezaron a llamarle la atención. No sabe, si aquello fue parte del efecto de la formula, o de es producto de sus nuevas hormonas o si quizá siempre fue algo que tuvo escondido cuando era hombre, pero era algo que no podía evitar. Avergonzado me suplicó que no le contara nada esto a mi mamá. 

Yo me reí al verlo implorar mi silencio, y le dije que su secreto estaba a salvo conmigo, es más le dije que podía ser todo lo femenina que quisiera conmigo. Ella sonrió y me agradeció, diciendo que le venía bien tener una amiga. Aunque era un poco raro para mí, decidí fingir por él, y le dije que si iba a ser mi amiga necesitaba un nombre de mujer, a lo que el después de pensarlo por un rato respondió -creo que Vanessa está bien-.

El resto del día mi papá, o debo decir Vanessa, y yo, nos divertimos como dos chicas. Continuamos viendo más películas románticas y suspiramos juntas al ver a los actores guapos. Luego fuimos a su habitación en donde me mostró toda la ropa que había comprado en secreto con el dinero que recibía de la empresa, creo que incluso tenía más de lo que yo en mi armario. Cantamos sus viejas canciones y yo aproveché en enseñarle música un poco más juvenil, bailamos juntas, nos reímos muchos y nos tomamos muchas fotos como dos amigas inseparables.

Mamá llegó en la noche, estaba desesperada pues no sabía dónde me había metido y no respondía sus llamadas. Fue grande su sorpresa cuando me vio salir acompañada de mi papá, quien rápidamente había vuelto adoptar su actitud masculina. Al final terminé regresando con mamá a casa, prometiéndole a mi papá que, ahora que sabía el secreto, vendría a visitarlo más seguido. 

Y así fue, cada mes iba en compañía de mamá a visitarlo y pasábamos un fin de semana en familia como antes. Sin embargo yo aprovechaba en quedarme un par día de más para pasar más tiempo con papá, quien una vez que mamá se iba se convertía totalmente en Vanesa. Y cuando no estábamos juntos nos parábamos mensajeando y llamando por celular, parecíamos las dos amigas chismosas que se pasaban toda la noche hablando.  

Pasó bastante tiempo desde que me enteré de la transformación de papá, y llegó el día en el que él y mamá ya no vieron necesario que siga viviendo lejos, y por fin regresó a casa, claro que como una persona totalmente distinta. La empresa aún no encontraba una forma de revertir lo que le pasó, así que le ayudó a conseguir una nueva documentación falsa para que viviera tranquilamente como Vanessa. Poco a poco ella dejó de ocultarle su feminidad a mi mamá, y empezó a comportarse como la chica que era, con total tranquilidad, ahora éramos totalmente tres mujeres en la casa.  

Con mi papá convertido en toda una señorita, mi mamá empezó a salir con otro hombre, él no se hizo problema es más apoyaba totalmente a mi mamá en su nueva relación. Por mi parte dejé de ver a mi papá como eso, mi papá, y comencé a ver a Vanessa más como mi hermana y mejor amiga. Para tener una vida de chica normal ella decidió ingresar a mi misma universidad, claro que era una completo genio, dentro, pues tenía la mente de un científico dentro del cuerpo de una veinteañera. Se integró fácilmente a mi grupo de mi amigas, iba de fiesta conmigo, e incluso empezó a salir con un chico. La verdad, aún me resulta difícil creer que mi papá terminó convirtiéndose en mi mejor amiga.  

FIN

GRACIAS PALOMA POR LA IDEA.

Eo eo, mis pequeños pervertidos, aquí Valro otra vez, con el especial por el día del padre. Quiero agradecer a todos los que dejaron sus ideas en los comentarios y por los que las enviaron por correo, todas eran ideas bastante prometedoras y utilizaré más de una en futuras historias. Sin embargo, hubo una que me llamó la atención en especial y que sentí que se adecuaba bien para la fecha de hoy, así que felicidades y gracias, Paloma, que esta historia es prácticamente tuya. 

Les deseo un feliz día a todos los papitos que leen mi blog y a todos esos papitos que fantasean con convertirse en mamitas, pasen un muy bonito día. Sin más que decir, yo soy Valro, su figura formato png favorita, y nos vemos la próxima semana. 







Comentarios

  1. Fue una historia muy linda Valro y gracias por elegir mi idea ;)

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  2. Que historia más bonita 🥺❤️❤️ sin duda quedó perfecta para la ocasión :3

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  3. Holi, te extrañamos, ojala pronto subas algo nuevo ):

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  4. Dónde estás ValRo.....ya te extrañamos mucho

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  5. ValRo? dónde estás?

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  6. Regresa pinche puta y haz tus historias

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