El Blog del Body Swap sin un buen nombre

LA ESTATUA DE LA FERTILIDAD  -¿Quieres escuchar una historia? -Claro, a ver si así dejo de pensar en que mi pies están a punto de explotar.  -¿Tienes idea de por qué el lugar que buscamos se llama la ciudadela de las mujeres? -Quizá porque estuvo poblado en su mayoría por mujeres...... -Jjajaja Es lo más razonable, pero hay una leyenda interesante detrás de ello. La ciudad pertenecía al imperio Warmy, una antigua civilización peruana que se extendió por casi todo el  Ande y el Amazonas.  -See, como no conocerlos, nunca dejas de mencionarlos, sé que se caracterizaban por invadir otras poblaciones, su ejercito era muy poderoso e implacable.  -Veo que sí me prestas atención, y sí, a los Warmy les encantaba conquistar otros pueblos, pero, hay algo curioso en eso. Se cree que ellos no asesinaban, pues en las ruinas de aquellos pueblos conquistados jamás se encontraron restos de cadáveres.  -¿Entonces que, jugaban un partidito para ver quién ganaba la batalla? -Sería una manera civilizada de

Hace menos de un año, para ser más precisa el 14 de febrero, cree este blog sin un buen nombre. Lo hice porque, como ha ustedes, me encanta todo el contenido relacionado al Tg, Bodyswap o como gusten llamarle. Cada que leía una historia de Kary o de Jessica, me veía alguna de animación de Sapphirefoxx o me disfrutaba de un comic o manga relacionado al tema, miles de ideas me llegaban a la cabeza. ¿Qué pasaría si hubiera una píldora capaz de cambiar tu sexo? ¿Qué tal una estrella que concede cualquier deseo? ¿O una app que te transforme en una versión femenina tuya? Las posibilidades eran infinitas. Así que ese 14 de febrero, aburrida en mi habitación, me armé de valor, busqué un tutorial en Youtube y así nació la primera historia.  Aunque no podrá ser mucho tiempo el que he sido una escritora del body swap, siento que he evolucionado bastante desde que inicié. Hace poco volví a leer mi primera historia, bastante corta, simple y apenas con una imagen ilustrativa, pero fue la base para t

TGOCTOBER DÍA 27:  Halloween LA MALDICIÓN La noche de Halloween siempre fue algo particular particular para mí. Mientras otros niños iban a pedir dulces en compañía de sus padres, el mío siempre encontraba una excusa para no estar presente en esa fecha. A veces decía que tenía trabajo, otras que iba a visitar a mis tíos y abuelos, pero siempre se iba antes de que cayese el sol. A medida que fui creciendo, tanto yo como mis hermanos mayores, Mael y Jeyson, vimos esto como algo normal. Podíamos divertirnos por nuestra cuenta, yendo a pedir dulces y luego armando maratones de películas de terror.  El tiempo pasó y Mael, el mayor de los tres, cumplió la mayoría de edad. Ese Halloween él había prometido llevarnos a la casa abandonada del pueblo, sin embargo, mi padre le pidió que lo acompañara a la casa de mis abuelos, cosa a la que él no pudo negarse. Desde aquella vez Mael, adquirió la misma costumbre de mi padre de desaparecerse cada noche de brujas, dejándonos a Jeys